El abogado y especialista en comunicación no verbal Franco Pisso publicó un extenso análisis sobre las reacciones físicas y expresivas de los integrantes del clan Sena durante la lectura del veredicto por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, ocurrido en 2023.
En un video de más de 18 minutos, Pisso desglosa cuadro por cuadro cómo cada acusado procesó o no el momento en que el jurado popular los declaró culpables.
César Sena: ausencia total de emoción y una postura de superioridad
Pisso subraya que la reacción del principal acusado, César Sena, resulta “llamativamente inmutable”. Según su análisis, la falta de expresividad, el leve cierre de ojos y la postura desde arriba revelan soberbia, sensación de poder y desconexión emocional frente al veredicto.
El especialista destaca la respiración torácica visible en pecho y hombros, lejos de una respiración diafragmática. Aun así, no se registra angustia, llanto, sorpresa ni rabia. “Lo que se ve explica es un tipo que mira desde arriba como diciendo: a mí no me importa lo que digas”.
Para Pisso, esta conducta coincide con lo que ya había observado en 2023 cuando analizó la entrevista televisiva del joven, donde detectó señales de incongruencia emocional y una “sonrisa contenida” en momentos que no correspondían al contexto dramático.
Marcela Acuña: procesamiento lento y ansiedad creciente
En el caso de Marcela Acuña, madre de César, el análisis destaca un incremento en la velocidad del parpadeo justo después de escuchar el término “partícipe primario”. Para Pisso, esto revela un pico fisiológico de ansiedad.
Señala además un microgesto preciso: tras oír la frase “violencia de género”, Acuña muestra un gesto de sorpresa retardada, típico del tiempo que el cerebro necesita para procesar una información inesperada.
Emerenciano Sena: ocultamiento emocional y búsqueda de alivio
El patriarca del clan, Emerenciano Sena, llega al veredicto usando barbijo, algo que Pisso interpreta como un intento deliberado de ocultar el rostro en un contexto donde ya casi nadie lo utiliza.
Durante la lectura, observa movimientos como morderse el labio, mirar hacia arriba y mantener una postura rígida. Estos comportamientos, afirma, reflejan una mezcla de ansiedad, búsqueda de amparo (mirada hacia lo alto) y contención emocional.
Obregón y González: arrepentimiento y tensión
Sobre José Gustavo Obregón, condenado por encubrimiento, Pisso indica un parpadeo prolongado al escuchar la palabra culpable, un gesto compatible con la necesidad de “bajar la mirada” y asimilar la responsabilidad adjudicada.
En el caso de Fabiana González, también condenada, diferencia entre conductas de respeto a la autoridad y actitudes de indiferencia. Señala asentimientos sutiles cuando escucha su condena, signos que podrían interpretarse como aceptación.
Melgarejo y Reynoso: reacciones moderadas y alivio evidente
En Gustavo Melgarejo, condenado por encubrimiento simple, se percibe —según Pisso— una postura más contenida, sin grandes gestos pero con indicios claros de incomodidad interna.
En contraste, la única absuelta, Griselda Reynoso, muestra un alivio visible al escuchar el “no culpable”.
Un patrón que inquieta
Para Franco Pisso, el elemento más contundente del análisis es la tranquilidad desproporcionada de César Sena frente a una sentencia por homicidio agravado. “Hay algo en esa calma que no es normal —resume—. Una mirada de poder, de superioridad, como si nada lo afectara”.
El especialista remarca que el análisis no verbal no reemplaza ninguna instancia judicial, pero sí permite detectar incongruencias emocionales que, en la vida cotidiana, sirven para identificar señales de alarma.
“Desapareció una piba dice Pisso al cierre. Y duele ver tanta soberbia en alguien a quien la justicia consideró responsable. Ojalá cumplan sus condenas y no tengan beneficios”.
