Mientras que Argentina sigue negociando con Estados Unidos para conseguir excepciones al arancel de 10% que le fijó el gobierno de Donald Trump, el miércoles comenzó a regir el recargo de 50% que la administración norteamericana le impuso a Brasil y que afecta a 36% de los envíos del país vecino a EE.UU.
La carne es -junto con el café- uno de los productos más afectados por la medida, con el agravante de que tiene un cupo de 65.000 toneladas, superado el cual los envíos deben pagar un arancel del 76,4%.
A Brasil se le pone en juego un negocio que, solo de enero a junio de este año, llegó a US$ 1.000 millones (181.400 toneladas). Estados Unidos es el segundo destino más importante para la carne brasileña, con una participación del 12% del total exportado.
Y Argentina podría recibir una parte de ese negocio, si se concretan los planes del frigorífico Minerva, que el año pasado adquirió Marfrig (con plantas en Argentina) y que tiene cinco establecimientos productivos en el país. Es más fácil ubicar a la empresa por las marcas que maneja: desde Estancias del Pilar a Paty, Quickfood, Viennísima y Tres Cruces.
El miércoles, en la presentación de resultados, el CEO de ese gigante, que facturó más de US$ 8.000 millones anuales, dijo que Argentina podría salvarle el segundo semestre.
Fernando Galleti de Queiroz, número uno de Minerva, aseguró que estaba tranquilo con el panorama para la segunda mitad del año, incluso con el aumento de los aranceles impuesto por Estados Unidos. En el segundo trimestre, las exportaciones del grupo crecieron un 76 % en comparación con 2024 y representaron el 60 % de los ingresos brutos de Minerva.
Según el ejecutivo, incluso con la elevada tarifa del 50 % sobre la carne, que quedó fuera de las exenciones anunciadas, Minerva puede abastecer al mercado estadounidense a través de sus plantas en Argentina, Paraguay y Uruguay.
«Trump está siendo más duro con Brasil, pero está siendo muy amigable con Argentina y nosotros somos la mayor empresa del sector en Argentina», le dijo Queiroz al medio Braziljournal.
Según los datos del segundo trimestre, Minerva facturó en Argentina unos US$ 900 millones en los últimos doce meses con sus activos consolidados, casi 70% más que en el periodo anterior. En el país, el grupo tiene 14% de su capacidad de faena, que está concentrada en Brasil (54%) y Paraguay (19%).
«Lo que van a hacer, naturalmente, como cualquier otro frigorífico, es aprovechar desde Argentina la oportunidad de crecer en Estados Unidos por los precios que hoy tiene el mercado norteamericano y también por esta cuestión de que Brasil, con estos aranceles, quede afuera de ese mercado», explicó el consultor Diego Ponti, analista del mercado cárnico del Grupo AZ..
Sin embargo, aclaró: «Para que no se malinterprete, no hay posibilidad de triangulación, de que se exporte carne brasileña desde Argentina. La importación de carne desde Brasil se está dando por una cuestión de precios relativos, pero en proporciones mínimas y no van a llegar a alterar el consumo o los precios internos de Argentina».
Para Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA), «hay que tener en cuenta que Argentina tiene una cuota de 20.000 toneladas (para enviar a Estados Unidos). Y todo lo que va por fuera de la cuota paga un arancel que ahora va a ser del 26,4% más el 10% que se le agregó. O sea, no es automático que uno puede generar más volumen y mandarlo (a EE.UU.)».
Sin embargo, aclaró que «sí hay que tomarlo como una oportunidad: lo que no exporte Brasil en teoría Estados Unidos lo va a importar de algún lado y parte de eso puede ser de Argentina».
También comentó las negociaciones que se están llevando a cabo con Estados Unidos. «Hay un rumor de que habría algo para la carne vacuna, que podría ser una ampliación de cuota, pero no hay mucha información oficial. Si a la salida de Brasil se le suma algún aumento de nuestra cuota, ahí sí podría ser una oportunidad para la carne argentina».
NE