El consumo masivo terminó 2024 con una caída del 13,9% versus 2023. Como anticipó Clarín, fue una de las peores marcas desde la crisis de 2001. El último informe mensual de la consultora Scentia confirmó que 2024 fue el tercer peor registro de los últimos 22 años, después de 2002 y 2003.
El dato preocupa a supermercados y empresas que, aunque creen que lo peor ya pasó, esperan una lenta recuperación. Las expectativas están puestas recién en el segundo semestre de 2025.
Aunque desde octubre hubo una desaceleración en la caída, no alcanzó para revertir la tendencia. “El último mes arrojo una retracción del 18% interanual, confirmando la desaceleración en la caída iniciada en octubre. Es un número muy fuerte y el acumulado anual se posiciona como uno de los peores años en los últimos 20 aproximadamente”, detalló el relevamiento de Scentia, firma que dirige el especialista Osvaldo del Río.
Ningún rubro se salvó. Todas las categorías cerraron 2024 en rojo. Incluso las vinculadas al consumo de las Fiestas fueron las más perjudicadas. Las bebidas fueron lo que más se resintió: las de sin alcohol cayeron un 24,4% y las alcohólicas un 22,7%.
Les siguieron productos vinculados a consumos ‘impulsivos‘, con un 21,6%; higiene y cosmética, con un 21%; limpieza y hogar, con un 20,7%; los relacionados a desayuno y merienda, con un 16,1%; otros alimentos, con un 13,3%; y perecederos, con un 7,7%.
La contracción fue parecida en los dos canales medidos, pero se notó más en autoservicios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), a los que les costó más competir con las múltiples promociones con bancos y fintech que lanzaron las grandes cadenas.
Cayeron un 23,9% comparado al 15,6% que registraron en el Interior. En el caso de las cadenas, fue al revés: mientras que en el AMBA cayeron un 16,3%, en el resto del país lo hicieron un 18,1%.
Con la mayoría de los ingresos afectados en términos reales tanto de asalariados registrados como no, la pérdida de poder adquisitivo del 11,4% en solo un mes en diciembre de 2023 dejó un deterioro complejo de revertir. Desde aquel momento hasta septiembre último, hubo una recomposición y la contracción fue de 3%, según el centro de estudios Fundar.
El arranque de 2025
Una señal que en la industria destacan que podría impulsar la reactivación es que en 2024 los alimentos subieron por debajo de la inflación general y compensaron el salto de las tarifas. El rubro estuvo entre los que menos aumentaron, con un 94,7% versus el IPC de 117,8% anual.
El año arrancó con fuertes aumentos en los primeros 10 días de enero, del 2%, resultado acumulado de la suba de 1,2% en la primera semana de 2025 y un 0,5% en la segunda. El aumento de los primeros 7 días de 2025 ocurrió luego de una semana en la que prácticamente no hubo ajustes, según la consultora LCG.
Fueron los días entre medio de las Fiestas, donde la actividad comercial disminuyó, con gente que viajó por fin de año y muchas empresas que dieron vacaciones a sus empleados.
En la segunda semana de enero, la medición arrojó una suba de 0,5% semanal, lo que implicó una desaceleración de 0,7 puntos respecto de la anterior.
En el sector, aclaran que es habitual que el año arranque con aumentos más fuertes y confían que en los próximos días se profundizará la desaceleración de precios, lo que podría ayudar a que el consumo empiece lentamente a repuntar.
SN