Hace años, décadas en realidad, que las elecciones en la Argentina se definen por el espanto. Gana el que asusta (un poco) menos. Por eso, las consultoras siguen con particular atención el rechazo electoral de las principales fuerzas y candidatos. Una de esas encuestadoras acaba de publicar un nuevo informe de cara a las estratégicas Legislativas 2025. Los resultados fueron entre malos y muy malos.
El trabajo que adelanta Clarín este viernes es de Opinaia, una firma pionera en mediciones online y muy insertada en el mundo de la política. Entre el 18 y el 23 de octubre, hizo un relevamiento de 1.000 casos en todo el país, con +/- 3% de margen de error.
Para tener una idea de dónde están parados los espacios/partidos y sus referentes, de las seis fuerzas evaluadas cinco terminaron con un «nunca lo votaría» de 60% para arriba. Una superó el 70% de rechazo.
En cuanto al reverso, es decir el piso electoral, apenas dos superaron los 20 puntos de voto seguro.
Pero antes de meterse en terreno de las urnas, el informe destaca algunos datos de coyuntura, como la percepción sobre la situación actual, las expectativas económicas y la imagen del presidente Javier Milei.
En cuanto al presente, ajuste mediante, previsiblemente el balance sigue siendo rojo oscuro para el Gobierno: el 60% ve la realidad de manera negativa, el 32% regular y apenas un 8% positiva.
Situación actual y expectativas
En base a un sondeo nacional de 1.000 casos
Mejor saldo consigue el oficialismo cuando se consulta por lo que viene: el 38% es optimista, el 34% pesimista y un 28% considera que la cosa «se mantendrá igual».
Por último, respecto a la valoración de Milei, un 45% apoya (22% imagen muy positiva y 23%, algo positiva) y 53% rechaza (12% algo negativa y 41% muy negativa).
Pisos y techos para la elección 2025
Sobre el final del informe viene lo más jugoso, que se conoce como pisos y techos electorales. En este caso, se pasó por el filtro de la opinión pública a estos seis principales espacios y referentes:
1) La Libertad Avanza de Javier Milei.
2) El peronismo kirchnerista de Cristina Kirchner y Axel Kicillof.
3) El PRO de Mauricio Macri.
4) El peronismo no kirchnerista de Schiaretti, Llaryora y Randazzo.
5) El radicalismo (UCR) de Martín Lousteau y Maximiliano Pullaro.
6) El Frente de Izquierda de Myriam Bregman y Del Caño.
El único que zafó fue el oficialismo, que terminó con «sólo» 47% de «nunca lo votaría». También fue el que obtuvo el piso más alto: 27% de «seguramente lo votaría». Y llevó su techo a 53%, cuando a ese apoyo duro sumó un 26% de «podría llegar a votarlo».
En la otra punta quedó su rival ideológico. El Frente de Izquierda quedó con un rechazo de 71% y un techo de 29%: 6% de «seguramente lo votaría» + 23% de «podría llegar a votarlo».
De lo cuatro del medio, el mejor (o el menos malo) resultó el peronismo kirchnerista. Fue el otro que consiguió más de 20 puntos de piso (21% «seguramente lo votaría»). Claro que lo combinó con 60% de «nunca lo votaría», lo que dejó su techo en 40% (se agregó un 19% de «podría llegar a votarlo»).
¿El resto? El PRO también tuvo un techo de 40%, pero con un piso mucho más bajo que los K: 9% de «seguramente lo votaría» + 31% de «podría llegar a votarlo».
Luego figura el peronismo no kirchnerista, con 61% de «nunca lo votaría» y 39% de techo: 4% de piso y 35% de «podría llegar a votarlo». Y un escalón más abajo quedó el devaluado radicalismo, con 67% de rechazo, 3% de voto seguro y 30% probable (techo de 33%).