Pese a la mejora en el diálogo de Argentina y el Reino Unido desde que asumió el gobierno Javier Milei, la compra de 25 aviones de combate F16 a los Estados Unidos, que aún no llegan, y la de cuatro Orion a Noruega para patrullaje marítimo, pero también ante el refuerzo con partidas extras que planea del Tesoro para el presupuesto de la Defensa nacional, el escenario encuentra a Londres haciendo un llamativo anuncio: el Ministerio de Defensa de ese país actualizará todo su sistema de comando y control aéreo en las Islas Malvinas.
En los anuncios efectuados por el Ministerio de Defensa británico (MOD), y ya en conocimiento de las autoridades argentinas por lo que pudo saber Clarín, hay dos novedades. Por un lado se le adjudicó la modernización del sistema con un importante contrato valorado en 30 millones de libras a la empresa estadounidense IBM.
Este consiste en la la entrega, integración y soporte inicial en servicio del sistema de Comando y Control Aéreo (Air C2), conocido como “GUARDIAN”, de acuerdo a los que informa el sitio de Ukdefencejournal. Y por el otro lado, que es la primera gran actualización luego de que Gran Bretaña se separara de la Unión Europea en lo que se conoce como el Brexit.
El contrato cubrirá «el despliegue del sistema tanto en el Reino Unido como en las Falklands, con el primer año dedicado a lograr la capacidad operativa completa (FOC) y dos años adicionales para soporte en servicio. Es un sistema, según informaron, que está diseñado para mejorar la coordinación y los tiempos de respuesta, especialmente en entornos de alto riesgo», afirman los especialistas en Londres.
Agregaron que el sistema está diseñado para mejorar la coordinación y los tiempos de respuesta, particularmente en entornos de alta amenaza. La posición actual de IBM como fabricante de equipos originales (OEM) del sistema fue un factor clave para adjudicar el contrato directamente a la empresa, citando razones técnicas y garantizando que no había problemas de compatibilidad o seguridad.
El descomunal sistema de Defensa terrestre, aéreo y marítimo del Reino Unido alrededor de las Islas Malvinas, las islas Georgias y las Sandwich del Sur -lo que incluye periódicos e ininterrumpidos ejercicios militares con prueba de misiles que hacen a la vez de elementos disuasivos- data de mediados de los años 80, cuando tras su victoria en la guerra con Argentina de 1982 comenzaron a construir su titánica base aeropuerto de Mount Pleasant.
A decir verdad, con altas y bajas, lo que hacen los británicos no es necesariamente militarizar más el archipiélago como sostiene el kirchnerismo, sino modernizar los sistemas que ya tienen, incluso con menos personal -asignado a otras guerras en el planeta. Pero ello mismo es ya mantener en alta sus capacidades. Siguen considerando a la Argentina una amenaza, en virtud del reclamo de soberanía y los ciclos políticos de esa demanda.
Recientemente, en un apartado de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a la que viajó Milei sobre fines de septiembre, la canciller Diana Mondino y el Secretario de Estado para Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad del nuevo premier de Keir Starmer, acordaron sacar un comunicado -que si bien fue muy criticado por la oposición y especialistas argentinos- que marcó el punto de diálogo que iniciaron Londres y Buenos Aires con la administración laborista y la libertaria.
Mondino y Lammy acordaron reestablecer el segundo vuelo semanal a las islas que se había creado en 2019 con la administración de Mauricio Macri y fue suspendido por el gobierno de Alberto Fernández. Este hacía San Pablo-Mount Pleasant semanalmente, y un aterrizaje en Córdoba una vez al mes. Los cancilleres también acordaron entendimientos en materia pesquera. Por otra parte, en las islas avanza la exploración hidrocarburífera sin que Argentina interfiera.
Se sabe que los británicos no están poniendo objeciones a ciertas compras militares argentinas, como las de los F16 y los Orion. Es bien visto en Occidente que Argentina haya pedido ser un «socio global» de la OTAN, aunque hay ahora fuertes ruidos con los Estados Unidos y también con el Reino Unido por los dichos amigables de Milei hacia China. Más aún, habría surgido algún tipo de traba con la compra de los armamentos para los F16. Nadie lo confirma.
“Me sorprendí muy gratamente con China. Es un socio comercial muy interesante, porque no exige nada, lo único que piden es que no los molesten”, dijo el Presidente semanas atrás en una entrevista que causó explícitas molestias en Washington. Y además, aunque sería Karina Milei la que viajará a la feria comercial de Shanghai en noviembre, no se descarta un inminente encuentro de Milei con Xi Jinping, si es que el presidente chino asiste a la cumbre del G20 en Río de Janeiro.
Vale recordar que el acercamiento estratégico de la ex presidenta Cristina Kirchner a Rusia y China, llevó a Londres y a las Islas a reforzar sus defensa a hacer más ejercicios de disuasión y en 2012 en el aniversario 30 de la guerra, reforzaron un embargo militar a la Argentina que afectó enormemente su capacidad de compra de equipos, armamento y componentes en el mercado internacional. Ello empezó a flexibilizarse en 2018.
Pero siempre es un tema sensible como en torno a los F16 y los Orion, que también miran con recelo los chilenos, cuando en realidad a la Argentina le urge hace años, reforzar su paupérrima flota militar en todos loz planos ya que quedó desvencijada tras la guerra de 1982 y los británicos colaboraron en que nunca se recuperara.