La realidad es desalentadora: los porcentajes de aumento salarial no alcanzan para cubrir la creciente inflación. Según el INDEC, el poder adquisitivo de los trabajadores ha caído un 30 % en el último año. Esto significa que, con el mismo sueldo, hoy se puede comprar menos que hace un año.
En muchos casos, los trabajadores reciben sus aumentos en cuotas, lo que reduce aún más su capacidad de compra. La mayoría de los gremios no superan el 30% de aumento en las paritaria de este año y deben soportar cobrarlo en cuotas.
En contraste con la difícil situación de los trabajadores, los senadores se han aprobado un
aumento del 170 % en sus dietas, superando ampliamente el porcentaje otorgado a los obreros y no es cuotas.
Por otro lado, la jubilación mínima es de $ 174.000 mensuales, mientras que un senador llega a cobrar alrededor de $7 millones de pesos brutos en el mismo lapso de tiempo.
Si los comparamos en el período 2024 restante, de mayo a diciembre, un jubilado cobrará un total de 1.920.000 pesos, tomando como base un sueldo inicial mas el bono suman 240.000 pesos. Y un senador llegará a cobrar alrededor de 56.000.000 millones de pesos en el mismo período, equivalente a 30 veces más el sueldo de un jubilado. Lo podemos definir con una sola palabra: vergüenza.
¿Les parece justo? Es hora de reflexionar sobre la igualdad y la equidad en nuestra sociedad. Esta situación refleja la profunda desigualdad en el país. Los trabajadores, quienes son la base de la economía, son los más afectados por la crisis. Los indicadores son desalentadores y muestran un preocupante crecimiento en la informalidad laboral, que avanza a un ritmo superior al trabajo registrado y por consecuencia aumenta la precarización, lo que significa que no tienen acceso a los mismos derechos y beneficios que los trabajadores formales.
Los sindicatos desempeñamos un papel crucial en la defensa de los derechos de los trabajadores y en la búsqueda de un salario digno. Es vital que los trabajadores nos mantengamos unidos y exijamos nuestros derechos, ya que solo a través de la lucha colectiva podremos alcanzar una vida de calidad, una Argentina más justa, una Argentina más equitativa e igualitaria.
En este Día del Trabajador, no solo conmemoramos el trabajo, sino que también reconocemos la lucha diaria de aquellos que buscan un futuro mejor para todos. Un futuro donde el trabajo sea valorado y recompensado justamente, y donde la desigualdad no sea un obstáculo para el progreso individual y social.
¡Viva el Día del Trabajador!