lunes, 15 septiembre, 2025

Celeste Cid se sinceró sobre sus cirugías y fulminó a quienes la critican por su cara a los 42 años

Celeste Cid es dueña de una de las caras más hermosas de la Argentina. Con sus rasgos de muñeca y su talento actoral, Celeste quedó por siempre grabada en la memoria de toda una generación que la vio crecer desde las tiras de Cris Morena, pasando por la mega sexy novela Resistiré y demás producciones, como Para vestir santos.

Pero el tiempo pasa para todo el mundo y, en los últimos días, en medio de una serie de notas que la actriz brindó, empezaron a aparecer comentarios sobre sus cambios físicos. Puntualmente, sobre su cara, que para algunos luce muy retocada y, para otros, completamente distinta a la que tenía cuando se hizo famosa.

Atenta a las críticas, Cid hizo un descargo desde sus redes, donde se expresó sobre las cirugías estéticas y las presiones sobre las mujeres y su aspecto físico. “Me encontré con tantos mensajes hermosos hacia mí y hacia mi trabajo… 30 años, este año, que me llenan de alegría saberlos ahí, que sigan recordando personajes, frases, historias, saber que fueron compañía de tantos, en tantos momentos”, arrancó.

Y, a continuación, Celeste fue al punto: “Leí algunos comentarios, sobre todo hablando de cuestiones estéticas (‘ya no tiene la misma cara que a los 20’, ‘¿qué se hizo?, ‘basta de cirugías’)”. “No tengo cirugías: soy una mujer de casi 42 años, y me parece justo que las mujeres podamos crecer en paz”, se plantó.

LA INDIGNACIÓN DE CELESTE CID CON QUIENES LA CUESTIONARON POR SU CARA

“Pretender que tengamos la misma cara para siempre, además de cruel, es imposible”, avanzó Celeste Cid en su carta abierta desde sus historias de Instagram, sentando su posición y harta de sentirse presionada a lucir siempre como una adolescente.

“El hecho de que además estos comentarios sean escritos por otras mujeres no hace más que evidenciar el mandato que tenemos encima: ‘no se nos está permitido envejecer’”, agregó Cid, y cerró, realista: “No hay manera de frenar eso, abracemos el tiempo, incluso el que le dedicamos a escribir mensajes a otrxs, también es tiempo de nuestras propias vidas”.

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