Aunque parezca un torneo menor, un episodio inventado en otra ocasión que ahora debe validarse de manera forzada, el fútbol argentino tiene un nuevo campeón y el nombre se repite: Vélez Sarsfield. En el Gigante de Arroyito, el equipo de Guillermo Barros Schelotto venció 2-0 a Central Córdoba de Santiago del Estero y se quedó con la Supercopa Argentina 2024 (la que enfrenta al campeón de la Liga contra el campeón de la Copa Argentina), el 19º título de su historia, que consolida además el ciclo de Guillermo Barros Schelotto en el banco de Liniers. El Mellizo logró darle identidad al Fortín: un equipo con orden, intensidad, buen pie en el medio y eficacia en el área rival.
El desarrollo del partido cambió en el arranque del complemento. A los 50 minutos, un tiro libre ejecutado con precisión por Maher Carrizo encontró la cabeza de Jano Gordon, que se elevó en el área y marcó el 1-0. El gol liberó a Vélez, que desde allí manejó los tiempos con autoridad. Central Córdoba, obligado a salir, dejó huecos que el Fortín supo explotar.
Cuando faltaban menos de diez minutos, otra pelota parada volvió a ser letal. Carrizo, otra vez desde la banda, levantó un centro perfecto y Gordon, intratable en el juego aéreo, selló el 2-0. Dos jugadas calcadas, dos golpes certeros, dos cabezazos que liquidaron la final. Sin embargo, el Mellizo Guillermo, luego del partido, contó que la jugada del primer gol no estaba preparada, pero la del segundo sí.
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Jano Gordon, casi desconocido para la mayoría, se llevó toda la atención. El joven lateral firmó un doblete en una final y se transformó en héroe instantáneo. Pero su brillo no se explica sin Carrizo, que ejecutó las asistencias con precisión. Entre ambos construyeron la llave del título: la pelota parada como arma decisiva en un partido cerrado.
Para Vélez, esta Supercopa Argentina no es un trofeo más. Es la segunda en su vitrina (la primera había sido en 2013) y llega en un momento clave: el equipo venía de conquistar la Supercopa Internacional frente a Estudiantes en la cancha de Independiente y ahora suma otro lauro, que le otorga un envión anímico enorme de cara al tramo decisivo de la Copa Libertadores, donde lo espera Racing en los cuartos de final, una serie que ya se sabe que será atrapante.