El ministro de Economía, Luis Caputo, apunta todos los cañones a tratar de contener el dólar de cara a las elecciones legislativas. Aun cuando esto implique convalidar tasas de interés altas, del 69% anual, y lleve a un enfriamiento en la actividad económica.
El equipo económico anunció la apertura de una ventana de liquidez de emergencia para absorber los pesos en manos de los bancos que quedaron sueltos tras la licitación del miércoles, donde el Tesoro rolleó el 61% de los vencimientos de deuda que rondaban los $ 15 billones. La Secretaría de Finanzas, a cargo de Pablo Quirno, ya anunció los instrumentos que ofrecerá el lunes en la licitación fuera de calendario para captar los $ 5,7 billones que quedaron y evitar que se vayan al dólar.
Muchos bancos no renovaron la totalidad de sus vencimientos porque Economía ofrecía títulos a largo plazo. Las entidades prefieren mantenerse a corto para responder a las necesidades de sus clientes, que en épocas electorales tienden a volcarse al dólar si se dan signos de inestabilidad, explicaron entidades.
El Gobierno quiere evitar a toda costa el ruido cambiario en la previa electoral. “En este período no vamos a hacer que ningún peso vaya al mercado”, expresó el titular del Palacio de Hacienda en el canal de streaming Carajo, donde también manifestó que la tasa de equilibrio es “endógena”, por lo cual lo define “el mercado”.
Esta situación estaba prevista de antemano con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “En caso de que surjan shocks, las autoridades deberán activar los planes de contingencia acordados. El tipo de cambio seguirá actuando como amortiguador, y se permitirá que las tasas de interés del mercado suban según sea necesario para apoyar la demanda de pesos y los esfuerzos de refinanciamiento de la deuda”, remarcó el organismo multilateral en su último staff report.
Tal es la insistencia con evitar una suba del tipo de cambio para no padecer un traslado a precios, que incluso Caputo señaló que no van a comprar más dólares para evitar poner presión a la moneda. Esto a pesar de que el FMI advirtió por la falta de acumulación de reservas.
En la misma línea, el Banco Central (BCRA) lanzó una serie de medidas para apuntalar aún más el torniquete monetario y secar la plaza de pesos. La entidad monetaria dispuso una suba de encajes a los bancos de 5 puntos porcentuales a partir del lunes, y hasta el 28 de agosto, para eliminar el excedente de liquidez. A su vez, se calculará y exigirá integrar los encajes en base diaria (en lugar de promedio mensual en base a datos diarios como hasta ahora) y las deficiencias serán penalizadas a un costo de tres veces la tasa Tamar total bancos (hoy en TNA 49,44%).
Para explicar las medidas, el BCRA convocó a los bancos el jueves pasado. Según pudo saber PERFIL, la reunión fue de manera virtual, duró poco más de una hora y con alrededor de 200 personas conectadas. “Fue una reunión de las normas que se publicaron acerca de la suba de encajes y más que nada porque rige desde el lunes. Había muchas dudas técnicas, como por ejemplo cómo se van a calcular las penalidades, también que va a ser más complejo para los bancos cómo hacer la cuenta de sus movimientos de dinero. Obviamente el humor no era el mejor, pero fue muy técnico todo”, expresaron a este medio fuentes del sistema financiero.
Con todo, el Gobierno apunta a caminar los próximos meses sin sobresaltos cambiarios, aun en desmedro de la economía. “Con el aumento de los encajes, hay menos crédito para personas y empresas. Esto afecta a la actividad económica, si el crédito se enfría, también se enfrían el consumo y la inversión, sobre todo en sectores que dependen del financiamiento. También en el corto plazo ayuda a bajar precios sobre la inflación”, señaló Suramericana Vision.
Hacia adelante el panorama del Palacio de Hacienda es desafiante: deberá enfrentar vencimientos por $ 24 billones hasta los comicios de octubre, de acuerdo a estimaciones del Centro de Estudios del Banco Provincia.