Desde la disolución de la AFIP y la creación de ARCA en octubre de 2024, el organismo que conduce las oficinas aduaneras e impositivas ingresó en un declive profesional alarmante, en momentos en que los auditores del Fondo Monetario Internacional (FMI) revisan metas del acuerdo firmado con la Nación y se preocupan por algunos signos graves de evasión impositiva.
El organismo autárquico nacional que supo ser el lugar en donde la mayoría de los profesionales de las ciencias económicas y del derecho querían ejercer se transformó en una oficina gubernamental que solo sabe expulsar a sus trabajadores más calificados, que se van hartos del destrato de la administración libertaria y de los bajos sueldos que están recibiendo por perseguir evasores.
A esta situación que fue detallada en reiteradas ocasiones por la comisión directiva del gremio de la UPSAFIP que conduce, Julio Estévez (h) se suma el reclamo de los sindicalistas por la falta de modernización de los equipos tecnológicos con los que hay que fiscalizar operaciones complejas y millonarias que, por ejemplo, se producen en «la nube».
El funcionamiento de la nube se basa en la utilización de recursos informáticos alojados en centros de datos remotos, accesibles por internet, que permiten almacenar, procesar y analizar grandes volúmenes de información sin necesidad de mantener infraestructura física propia.
«Hay ocasiones en que las computadoras no tienen mantenimiento, están lentas o se cuelgan directamente por lo que es muy difícil avanzar en procesos más complejos a no ser que la idea del gobierno sea tan solo la de fiscalizar a los monotributistas de las categorías más bajas», afirmó Ricardo Prado con varios años de servicio en la DGI.
Ahora bien, en este punto hubo coincidencia, recientemente, con la conducción de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero.
El director ejecutivo de ARCA, Juan Pazo, reconoció ante un centenar de abogados del sector privado que la evasión del Impuesto al Valor Agregado (IVA) alcanza actualmente el 37%, una cifra que no se registraba desde el estallido del régimen cambiario de la convertibilidad en 2001. La admisión, registrada por el diario Perfil, se dio durante un coloquio en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.
La afirmación del funcionario sorprendió al auditorio, compuesto por representantes de los estudios jurídicos más importantes del país, como Bruchou & Funes de Rioja, Cassagne, Marval O’Farrell Mairal, Bomchil, Beccar Varela y Pérez Alati. El dato fue mencionado al pasar, en el marco de una exposición centrada en la visión fiscal de La Libertad Avanza y de alguna manera también sorprendió a Julio Estévez (h) que vio como uno de sus reclamos era, claramente admitido, por el funcionario.
De hecho, Pazo sostuvo que se encuentra al frente de una administración «ineficiente» que no invirtió en tecnología durante los últimos siete años. «ARCA es un organismo ineficaz«, remarcó.
Desde luego que mereció una réplica sindical y desde UPSAFIP realizaron declaraciones a iProfesional donde señalaron que «es verdad que desde hace más de siete años no se invierte en tecnología y la evasión impositiva crece. Lo que ha cambiado en ARCA son los funcionarios políticos que la dirigen. Nuestros trabajadores, profesionales y jefes son los mismos, solo que ahora son maltratados e impedidos del goce de sus derechos salariales porque las paritarias no se abren y los ingresos están prácticamente congelados».
El reclamo de Estévez fue contundente y señaló que la única solución para que ARCA vuelve a ser una oficina eficiente se debe invertir más. «Debe invertir en tecnología, capacitación y abrir las paritarias. La gente siempre trabaja mejor si sus sueldos son acordes a las responsabilidades que la ocupan. Y perseguir grandes evasores que dañan el tejido social de la Argentina no es para cualquiera».
En ese sentido, una recorrida de iProfesional entre trabajadores de la DGI y de la Aduana, entrevistando y consultando a personal con varios años de gestión, coincidieron, con reserva de nombre por el mal clima laboral que impera en el organismo, que entienden el reclamo de los profesionales y jerárquicos nucleados en la UPSAFIP, pero no entienden la posición de los otros dos gremios con personería jurídica que no judicializan la grave situación por paritarias.
Ni AEFIP, ni los aduaneros de SUPARA, su secretario general, CarlosSueiro, falleció el 27 de junio pasado, que tienen la responsabilidad de contar con la personería gremial por la que pueden negociar salarios colectivos en paritarias, lo están haciendo ni protestan en la justicia.
«No lo hicieron el año pasado, no lo hicieron este año, no se entiende qué esperan. Mientras tanto nosotros debemos controlar el contrabando aduanero, las avivadas en el comercio exterior, la evasión impositiva, la lucha para cobrar al rey del tabaco, al rey de la morcilla y al rey de lo que se te ocurra y en la actualidad, el trabajador impositivo, no llega a fin de mes como les pasa a muchos en la era Milei».