En junio, la inflación de los trabajadores fue del 1,8 por ciento, según el relevamiento realizado por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). La baja estacional en el precio de las verduras moderó la suba en la división Alimentos y bebidas, mientras que los mayores aumentos se registraron en cigarrillos, cervezas, servicios financieros y productos de cuidado personal. También se destacaron los incrementos en rubros regulados como Educación, Vivienda, Salud y Transporte. Desde la casa de estudios advirtieron, además, sobre el impacto que podría tener la suba del dólar en la dinámica inflacionaria de los próximos meses.
El informe advierte que los aumentos en alquileres, transporte y servicios financieros elevan la presión sobre los trabajadores. En tanto que en el segmento de los alimentos, si bien duplicó la inflación con respecto a mayo (cuando anotó 0,5 por ciento) se mantiene en niveles históricamente bajos.
El director ejecutivo del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD) y exministro de Educación, Nicolás Trotta, advirtió que “la duplicación de la inflación en alimentos cuestiona la estrategia gubernamental basada en el ancla del dólar y control de paritarias».
Advirtió que “Las crecientes expectativas de devaluación, la imposibilidad de acumular reservas sin acelerar la dinámica de precios, el freno de las liquidaciones del agro, la abrumadora formación de activos externos entre otras formas de fuga de dólares, ponen en duda la estabilidad cambiara, que es el núcleo de la estrategia del gobierno para contener la inflación y afrontar el proceso electoral”.
Por su parte, el coordinador del IET, Fabián Amico, destacó que “la inflación de junio parece marcar un quiebre en la tendencia a la desaceleración debido a dos factores principales. Por un lado, una nueva suba de los precios regulados decidida por el gobierno para continuar el camino de reducción de los subsidios. Por el otro, y más determinante aun, la tendencia a la suba del tipo de cambio oficial que tiende a moverse por encima del 5 por ciento mensual y, por supuesto, impulsa la inflación en general y la de alimentos en particular, algo que fue central para incidir en la baja de la pobreza”.
Según la medición del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la UMET y el CCD, en junio la inflación fue del 1,8 por ciento, lo que representa un incremento de 0,6 puntos respecto de la marca de mayo. A su vez, el informe destaca que en términos interanuales, la inflación fue del 39,8 por ciento, perforando por primera vez el piso del 40 por ciento desde marzo de 2021. En los primeros seis meses de 2025, la inflación acumula un 14 por ciento.
Entre los rubros que más aumentaron en junio, según la medición del IET, se encuentran bebidas alcohólicas y tabaco (3,6 por ciento), impulsado por subas en cigarrillos y cerveza; bienes y servicios varios (2,8 por ciento), donde destacaron los servicios financieros y productos de cuidado personal; y un conjunto que incluye educación, recreación y cultura, y vivienda (todos con aumentos del 2,6 por ciento). En este último caso influyeron alzas en alquileres, expensas y electricidad.
También se registraron aumentos relevantes en salud (2,5 por ciento) y transporte (2,3 por ciento), especialmente por subas en transporte público y pasajes de avión.
Los analistas destacaron que “por debajo del promedio se ubicaron restaurantes y hoteles (1,6 por ciento) y alimentos y bebidas no alcohólicas (1,1 por ciento). Este último rubro, el de mayor peso en la canasta, se vio contenido por la baja estacional en verduras. Otros rubros con subas inferiores al 1 por ciento fueron equipamiento y mantenimiento del hogar, comunicaciones y prendas de vestir y calzado.
“En términos de grupos sociales, la inflación fue más alta en los hogares con jefes inquilinos (1,96 por ciento) y más baja en los propietarios (1,76 por ciento), debido a la incidencia del aumento en los alquileres. Por situación laboral, los asalariados registrados y los no asalariados tuvieron una inflación levemente superior al promedio, mientras que los desocupados y asalariados informales estuvieron por debajo. No se observaron diferencias significativas entre hombres y mujeres”, revela el documento difundido por el CCD.
Asimismo, el informe hace una alerta sobre el hecho que “desde noviembre de 2023, la inflación acumulada fue mayor en los hogares de jubilados y propietarios, y más baja en los inquilinos. Esto se explica por el menor aumento de los alquileres en el período, a diferencia de los rubros de salud y vivienda, que afectan más a los jubilados”.