La pérdida de rentabilidad, combinado con un incremento en los costos operativos y la carga salarial, siguen acentuando los recortes de personal en el ingenio Ledesma. La empresa acaba de aplicar otras 22 cesantías, que se suman a las 200 promovidas sólo en lo que va del año. Con impacto directo en provincias como Jujuy, la firma viene manteniendo la política de achique que anunció en febrero de 2025, momento en que anticipó que activaría despidos como forma de recortar el «gasto corriente». A partir de esta decisión, Ledesma viene afrontando un conflicto abierto con la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), gremio que se mantiene en alerta y movilización y evalúa medidas de fuerza en el corto plazo.
La empresa aplicó un primer recorte de personal en febrero, con alcance a 165 personas. Ya durante mayo, la firma también llevó a cabo otras 70 cesantías. Los despidos redundaron en la intervención del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL), que exigió la reincorporación de los trabajadores.
Precisamente, ese mes más de 300 obreros azucareros del ingenio en cuestión llevaron a cabo una masiva asamblea en rechazo a los despidos notificados por el grupo Blaquier. De forma unánime, los trabajadores decidieron realizar un corte de ruta con bloqueo del puente San Francisco en Libertador General San Martín, Jujuy, pero la movilización fue dispersada por las fuerzas de seguridad.
«Como todos sabemos lo que está pasando a nivel nacional, las empresas quieren tercerizar el trabajo, hacerlo más precario. Entonces empiezan a despedir a los trabajadores y toman gente contratada o eventual», declararon portavoces de UATRE.
Ledesma anticipó un plan de ajuste en febrero
Los despidos que viene promoviendo Ledesma, en la actualidad poseedora de al menos 6.000 empleados, fueron en gran medida anticipados por la compañía en un comunicado dado a conocer hace muy pocos meses.
«En el marco de un escenario complejo en el plano local e internacional, Ledesma está trabajando para dotar a la compañía de una mayor competitividad y de esa forma poder continuar invirtiendo en el crecimiento y sustentabilidad del negocio», expresó la compañía a fines de febrero.
«Por ello, entre otras medidas, se procedió con un recorte de sus gastos corrientes que incluye la desvinculación de 165 trabajadores -menos del 3% del total de sus trabajadores-, los cuales recibirán el total de la indemnización que marca la ley», añadió.
Ledesma argumentó que en el último año los costos del «Negocio Azúcar» han tenido un importante incremento, mientras que los precios disminuyeron.
«Valga un ejemplo: los salarios por paritarias aumentaron 220%, mientras que los precios del azúcar en góndola bajaron, tal como reflejan los informes mensuales del INDEC sobre inflación. Lo mismo ocurrió con el resto de los costos: logística, servicios e impuestos. Vale recordar que durante su ejercicio 24/25, Ledesma pagó al fisco un total de 124.061 millones de pesos en impuestos propios y de terceros», detalló el ingenio.
«Lamentablemente, en los últimos meses el mercado internacional del azúcar también ha sufrido una disminución en los precios que hace más desafiante el contexto del negocio. Esta combinación de variables negativas lleva a la imperiosa necesidad de tomar medidas concretas para reducir gastos y costos, y de esa forma recuperar la competitividad, fundamental para la sostenibilidad de la empresa», acotó.
Ledesma, con menores ventas
Como expuso iProfesional, durante 2024 Ledesma vendió 302.000 toneladas totales de azúcar, lo cual representó una caída del 5% respecto a 2023, cuando se habían alcanzado un total de 318.000 toneladas.
La reducción en el volumen de ventas tuvo un impacto significativo, dado que la caída de ventas se dio principalmente en el mercado interno.
Estos datos negativos fueron impactados por el complejo escenario económico de la Argentina, especialmente por la volatilidad que se experimentó, con precios en alza un mercado que, en la primera parte de 2024, experimentó una retracción, y Ledesma terminó con una caída en sus volúmenes de venta en los dos principales segmentos.
El sector de fraccionado fue el que más lo sufrió, con una reducción del 16%, mientras que industria tuvo una caída menor, del 9 por ciento.