Conocido por su amor a la televisión, la polémica y los chimentos de todos los días, Ángel de Brito dejó por un momento su rol de conductor de LAM para mostrarse soñador en redes. En su cuenta de X (ex Twitter), compartió una imagen del perfil @TravelMyWay que muestra una ciudad europea de cuento y escribió simplemente: “Acá me gustaría ir”.
La ciudad que aparece en la imagen es Ghent (Gante, en español), una joya medieval ubicada en el norte de Bélgica, que parece sacada de una postal. De Brito, que suele mantener un perfil muy activo en redes, sorprendió con ese deseo, y muchos de sus seguidores le recomendaron visitar Brugge también, otra ciudad muy cercana.
Ghent no es el destino más popular entre los argentinos que viajan a Europa, pero cada vez más turistas la eligen por su arquitectura gótica, sus canales y su ambiente joven y cultural.
A diferencia de otras ciudades más turísticas como París o Roma, Ghent conserva una atmósfera tranquila pero vibrante, ideal para caminar, sacar fotos y disfrutar de una buena cerveza belga junto al río.
GHENT: UNA CIUDAD DE CUENTOS, CANALES Y CASTILLOS
Con una población de unos 250.000 habitantes, Ghent es la tercera ciudad más grande de Bélgica y combina historia con modernidad de forma impecable. Su casco antiguo está lleno de callecitas empedradas, construcciones del siglo XV y hasta un castillo medieval: el imponente Gravensteen, que se puede visitar y que ofrece vistas panorámicas únicas.
Además, la ciudad es atravesada por canales navegables, muy similares a los de Ámsterdam, lo que la convierte en un escenario perfecto para recorrer en barco o en bicicleta. El Puente de San Miguel es uno de los puntos más fotografiados, desde donde se puede ver toda la postal de Ghent con sus iglesias y torres históricas.
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Pero Ghent no vive solo del pasado: al ser una ciudad universitaria, también tiene una vida nocturna activa, ferias de arte, festivales de música y bares con encanto. Es moderna, diversa y muy amigable con los visitantes. Incluso está considerada una de las ciudades más sustentables de Europa.
Para alguien como Ángel, que trabaja bajo presión y está expuesto todos los días en televisión, Ghent podría ser el refugio ideal: lo suficientemente animada como para no aburrirse, pero sin el caos de las grandes capitales europeas.
“Acá me gustaría ir”, escribió con nostalgia. ¿Será que después de tanto estudio de televisión y tanto camarín, el conductor planea un cambio de aire entre castillos, canales y silencio belga?