Laura Arrieta, de 32 años, se encuentra en el centro de un escándalo que involucra el arribo irregular de un avión privado al Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires. El vuelo ocurrió el pasado 26 de febrero y la transportó desde Estados Unidos. El avión, un Bombardier Global 5000, pertenece al empresario Leonardo Scatturice, figura vinculada a Javier Milei.
¿Cuáles son las irregularidades alrededor del caso? Arrieta llegó en un vuelo cuyo punto de partida se desconoce de manera efectiva. No se controlaron todas las valijas que llevaba: de hecho, declaró 5, pero las imágenes muestran por lo menos 10 bultos. Por último, en la Aduana tuvo la posibilidad de salir por un lugar exclusivo, distinto al que usa el resto de la gente.
Las sospechas vienen in crescendo. Y golpean al Gobierno nacional. Arrieta está vinculada a la organización conservadora CPAC, que nuclea a parte de la ultraderecha internacional. Y, en particular, conecta al gobierno nacional con los sectores más reaccionarios del Partido Republicano de Estados Unidos.
Leonardo Scatturice se presenta, actualmente, como un empresario ligado a negocios de la tecnología. Sin embargo, tiene un pasado con antecedentes en el ámbito de inteligencia y contratos estatales, donde, según las versiones existentes, tuvo fricciones con el famoso Antonio “Jaime” Stiuso.
Actualmente, el viaje se encuentra bajo investigación judicial. Los fiscales a cargo son Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez. La sospecha es que sería una “instrucción externa” la que habría permitido que Arrieta pasara por la Aduana sin ser controlada. Esa “instrucción” solo podría provenir de funcionarios del Gobierno nacional, única entidad con un poder permitir que eso suceda.
Parte de la investigación está referida a una serie de imágenes que muestran a Arrieta hablando por teléfono. No se sabe si el aparato es propio o si se lo “prestó” algún funcionario. Tampoco se sabe, aunque se presume, que en esa llamada la pasajera habría conseguido sortear los controles.
El Gobierno nacional pasó de negar que este vuelo hubiera existido a mantener un silencio de radio sobre el tema. Este escándalo lo salpica de manera directa. Sería cuestión de ver si los funcionarios del Poder Judicial se alinean con el oficialismo o si, oliendo cierta debilidad política, eligen avanzar.