El conflicto por el desarrollo inmobiliario en el entorno de la Laguna Francia, en Resistencia, suma más de siete años sin resolución. El proyecto impulsado por la firma Patagonia permanece frenado por un amparo ambiental, mientras el expediente avanza lentamente en la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial.
En diálogo con La Voz del Chaco, el abogado y socio de la desarrolladora, Valentín Sinat, explicó el estado actual del proceso judicial y defendió la legalidad del emprendimiento. «La audiencia fue más que nada exploratoria», señaló Sinat. «La Cámara quiso escuchar a las partes y conocer las posiciones para ver si se podía avanzar hacia un acuerdo o una sentencia».
Asimismo detalló que la causa está en manos de la Cámara de Apelaciones y denunció irregularidades en el fallo de primera instancia. Además, adelantó una reformulación del proyecto con más enfoque social y menos densidad urbana.
Valentín Sinat explicó el estado actual del proyecto inmobiliario en el predio conocido como Laguna Francia, ubicado en la ciudad de Resistencia. Indicó que el expediente se encuentra actualmente en trámite ante la Cámara de Apelaciones, luego de que un juez de primera instancia emitiera una sentencia que —según el letrado— impide cualquier desarrollo no solo en ese lote, sino en gran parte de la ciudad.
«El primer fallo fue emitido por el juez Julián Flores y es extremadamente restrictivo. Determina que en ese terreno prácticamente no se puede hacer nada, pero el problema es mayor: esa misma tipología urbanística abarca a toda la ciudad», sostuvo.
En cuanto al carácter del lote, Sinat aclaró: «Es una restricción leve, nada extraordinario. Sin embargo, el juez decidió frenar todo basándose en argumentos que no se apoyan en ninguna de las pruebas del expediente. No leyó informes catastrales, ni títulos de dominio, ni el proyecto. Es un fallo en abstracto».
El peritaje
Consultado sobre el desarrollo del proceso judicial, Sinat explicó que la Cámara de Apelaciones se encuentra aún en una fase exploratoria y no planea abrir una nueva etapa probatoria, ya que las pruebas «fueron ofrecidas oportunamente y ya están incorporadas al expediente».
Uno de los puntos centrales del conflicto es la supuesta condición de «laguna» del terreno. Al respecto, el abogado fue categórico: «La parte actora, vinculada a organizaciones ambientalistas, no ofreció ninguna prueba técnica. El perito fue sorteado por el mismo juzgado, hizo un estudio de suelos y concluyó que ese terreno nunca fue una laguna».
Y agregó con indignación: «Ahora nos acusan de haberle pagado al perito, cuando fue un sorteo público. Es una barbaridad. Cuestionan el resultado de una prueba que pidieron ellos mismos».
Resistencia tiene que decidir si quiere crecer de manera regular o irregular
Desde su mirada más estructural, Sinat lamentó que la ciudad pierda oportunidades de inversión en manos de provincias vecinas o incluso del Paraguay, por trabas normativas y resistencias ideológicas locales.
«Corrientes, Rosario, Santa Fe, Asunción… todas tienen perfiles nuevos en sus costas. Acá, los únicos desarrollos modernos fueron hechos por empresas de afuera. El shopping lo hizo un grupo de Córdoba, y el proyecto ribereño, un correntino. Mientras tanto, los arquitectos que se forman en la UNNE no tienen dónde trabajar».
En ese marco, cuestionó también el rol de ciertos sectores académicos: «Es paradójico. Profesionales de la UNNE, que forman arquitectos, se oponen al crecimiento urbano de la ciudad. Es una contradicción ideológica muy rara».
Para Sinat, el debate de fondo tiene que ver con cómo se planifica el desarrollo: «La ciudad va a crecer igual, la diferencia es si lo va a hacer de manera regular o irregular. Hoy tenemos 76 asentamientos en Resistencia. ¿Vamos a seguir improvisando, o vamos a planificar y atraer inversiones?»
Vivir bien también es posible en esta ciudad
El abogado hizo con un llamado a repensar el modelo urbano resistenciano: «La apertura al desarrollo no es un capricho. Es una forma de incluir a más personas, de generar empleo formal, de ampliar la base de contribuyentes y de acercar los servicios a la gente».
«Vivir bien también es posible en esta ciudad. Podemos tener veredas, cloacas, centros de salud, gimnasios, cafés, peluquerías, centros comunitarios cerca de casa. Solo necesitamos dar una señal clara. No solo para este proyecto, sino para los muchos que están pendientes y que pueden transformar a Resistencia en los próximos tres o cuatro años», analizó.
Vecinos divididos
y tensiones
ambientales
Desde su inicio, la causa reúne a tres actores principales: el municipio, un grupo de vecinos organizados y las asociaciones ambientalistas que se sumaron como amicus curiae. Con el paso del tiempo, la propia comunidad del barrio se mostró dividida.
«Hay vecinos que apoyan el proyecto, que son la mayoría», afirmó Sinat. «Y hay otros que están radicalizados, que no quieren ningún tipo de obra en la zona. Esos grupos están más alineados con una visión ambientalista extrema».
La controversia también abarca la representatividad en el proceso judicial. «La comisión vecinal que presentó el amparo fue electa por los propios vecinos y tiene su reglamento interno. No puede integrarla alguien que no viva en el barrio», explicó el abogado. «Algunos sectores quieren deslegitimar a quienes apoyan el proyecto, como si no tuvieran derecho a opinar».
Según el desarrollador, la propuesta urbanística fue reformulada con criterios de sostenibilidad y participación barrial. «El proyecto original se adaptó. Ahora incluye un centro comunitario y espacios que buscan acercar a los vecinos a la laguna, no expulsarlos».
Cumplimos todos
los requisitos
Patagonia asegura que el primer proyecto fue aprobado por el municipio tras cumplir con todas las exigencias técnicas. «Presentamos los informes eléctricos, hidráulicos, el visado del Consejo de Arquitectura, la factibilidad del APA, y pagamos los derechos correspondientes», dijo Sinat. «Eso nos otorgó derechos adquiridos».
La obra, sin embargo, quedó paralizada tras la inundación de 2019. «Fue una lluvia extraordinaria, la más grande en veinte años. No tuvo relación directa con el proyecto, pero aprovecharon esa coyuntura para judicializarlo», afirmó.
Uno de los principales cuestionamientos fue la falta de un estudio de impacto ambiental. Al respecto, Sinat aclaró: «En 2018 no era obligatorio ese estudio para que un proyecto sea aprobado. La normativa que lo exige es posterior. Hoy sí lo presentamos con la reformulación».
A la espera de una
decisión judicial
La audiencia convocada recientemente por la Cámara no concluyó con acuerdos concretos, pero reactivó el debate. «Solo se presentó el expediente y se escucharon las posiciones. No hubo avances sustanciales», indicó Sinat.
Mientras tanto, tanto la Municipalidad como los organismos técnicos aguardan que la Justicia se expida. «El expediente está aprobado, pero no se avanza porque todos están esperando el fallo», afirmó el abogado.
«Lo que pedimos es que se respeten las reglas. Cumplimos todos los pasos legales, reformulamos el proyecto con más criterios ambientales, e igual seguimos esperando», reclamó.
«Queremos aportar al desarrollo de la ciudad sin romper su equilibrio ambiental. Pero no se puede frenar todo por prejuicios ideológicos o disputas internas entre vecinos», concluyó Sinat.
Un nuevo proyecto
Mientras el litigio se resuelve en los tribunales, el equipo técnico del emprendimiento está trabajando en una reformulación del proyecto inicial. Según detalló Sinat, el nuevo esquema busca responder mejor a las necesidades barriales y urbanísticas, con menor densidad y mayor funcionalidad comunitaria.
«Estamos reformulando la propuesta. La idea es que la parte baja del predio se abra como espacio público-privado, una plaza de uso mixto. Y que se construyan solo tres bloques destinados a oficinas, consultorios, gimnasios, locales comerciales y servicios».
También se evalúa incorporar una pequeña clínica general y un centro educativo. «En su momento hubo consultas de instituciones interesadas, pero todo se fue diluyendo por la incertidumbre jurídica. Hoy el barrio necesita infraestructura de salud, espacios de coworking y lugares para profesionales jóvenes», remarcó.