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La intensa lluvia generó una enorme destrucción con graves consecuencias humanas, sociales, sanitarias y ambientales. A más de 20 días, el intendente Federico Susbielles insiste en que la reactivación de la ciudad depende del sector productivo, de que el polo y el puerto de Bahía vuelvan a funcionar normalmente.
Que Bahía Blanca esté vendida a la especulación inmobiliaria, a los intereses de las empresas del puerto y el polo es responsabilidad de los de arriba, que desde la dictadura en adelante proyectaron una ciudad orientada a la explotación de la tierra, de nuestros bienes naturales y al comercio exterior, dejando saqueo y contaminación en los barrios. Ese modelo no va más. Hay que invertir las prioridades y que la reconstrucción de la ciudad empiece por los barrios más afectados.
Las enfermeras, docentes, acompañantes terapéuticos y estudiantes de la Posta de Salud que acudieron a la ayuda de las familias de White y Cerri en los primeros días y que este fin de semana llegaron a Tierras Argentinas ven a 20 días de la inundación que aún hay barrios que siguen sin agua, con la basura amontonada en las esquinas y con enfermedades que surgen producto de las pésimas condiciones de vida. Otro problema sanitario grave es la discontinuidad de tratamiento de enfermedades crónicas, cientos de familias que no llegan a la salita más cercana que queda a más de 20 cuadras y en la que hay que sacar turno haciendo fila desde las 4am. El plan de reconstrucción de Bahía tiene que ir de la mano de una propuesta sanitaria seria para las zonas más afectadas, que implique limpieza, vacunación y atención primaria preventiva.
El gobierno nacional de Milei (LLA) anuló la obra pública y recortó el Servicio Meteorológico Nacional para garantizar el pago de la deuda externa fraudulenta. El gobierno provincial de Kicillof (UxP) impulsó su RIGI para beneficiar a las grandes empresas y el municipal de Susbielles (UxP) adhirió directamente al de Milei. En este punto en Bahía Blanca hubo acuerdo entre todos los bloques (Libertarios, Juntos y Peronistas) gobiernan para las empresas. Desde el temporal de diciembre del 2023 hasta hoy no hubo planes de prevención e inversión en obras públicas para proteger la vida y los bienes de la población.
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La reconstrucción de la ciudad, un debate de intereses
Solamente con un año de las ganancias de la venta de trigo de Cargill o de la producción de Profertil, se pueden cubrir los costos de la reconstrucción de la ciudad. No podemos seguir siendo siempre los mismos los que pagamos las crisis mientras las empresas multinacionales de la ciudad hacen millones. ¿Por qué estas empresas que funcionan gracias a la fuerza de miles de familias trabajadoras de White y Bahía no pagan las consecuencia de una ciudad organizada para sus intereses?
El intendente Susbielles no solo niega las denuncias de los bomberos de White que ayudaron a los vecinos en los momentos más críticos sino que tampoco aclara sí el presupuesto inicial de 400.000 millones de pesos que necesita Bahía incluye los planes de vivienda para las familias de White y Cerri que perdieron todo. Por el momento no hay muestras de que así sea.
La inundación afectó al menos a 230.000 bahienses. La mayoría vive en barrios con desigualdad estructural, 50.000 personas viven en la indigencia. Antes de la inundación 10.000 familias carecían de servicios como agua corriente, gas, cloacas y pavimento. De esas familias, un 78% no posee desagües fluviales. En Tierras Argentinas este problema generó un fuerte foco de gastroenteritis que continúa hasta hoy producto de que las napas siguen altas con agua en las calles. El saneamiento en estos barrios con personal calificado e insumos necesarios es elemental y urgente para frenar el desarrollo de futuras enfermedades como la leptospirosis y enfermedades respiratorias. Conformar un comité único interhospitalario entre el sistema público y privado sanitario local que nuclee a asambleas barriales y supervise el seguimiento de la situación sanitaria en los barrios puede ser una herramienta importante.
La propuesta de reconstrucción de la ciudad del gobierno provincial y local implican mayor endeudamiento para la ciudad y para las familias que perdieron todo. El subsidio de $800.000 que ofrecen por hogar alcanza, con suerte, a comprar una heladera o un lavarropas y alcanzaría a 33.000 hogares cuando el 70% de afectados sufrieron grandes pérdidas materiales, incluidas sus viviendas. El Banco Provincia otorga 36 cuotas sin interés para la compra de electrodomésticos y equipamiento, endeudando a familias que, si tienen crédito, en muchos casos ya lo usaban para comprar comida.
El aumento otorgado por el Municipio a la Tarjeta Social de $30.000 sólo alcanza para 6 paquetes de yerba. El 25% de los hogares sufre pobreza multidimensional. De este porcentaje, 23.000 son niñeces. La situación que vivimos agravó la pobreza y la desigualdad social.
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Si la Posta de Salud y Cuidado de Bahía llegó a las zonas más afectadas apenas ocurrida la inundación es porque está organizada por trabajadores y estudiantes que se preocupan por las condiciones de vida de las mayorías. La reconstrucción de la ciudad tiene que estar organizada de abajo hacia arriba, esta es la única forma de que no se prioricen las ganancias de las empresas del polo y el puerto como hasta ahora. En las inundaciones de La Plata fueron las asambleas barriales de inundados quienes organizaron las demandas por planes de vivienda, reparación material para cubrir el total de las pérdidas y . También impulsaron la lucha de una investigación independiente del estado y los gobiernos para encontrar la verdad y llegar a los responsables de aquel crimen social.
En Bahía Blanca, Ingeniero White, Cerri y Tierras Argentinas hay que seguir este camino. Asambleas de vecinos o comités barriales que releven los daños y diseñen una propuesta de obras públicas junto a especialistas de la UNS y la UTN. Solo las y los vecinos, docentes, trabajadores y estudiantes de los barrios saben cuáles son las necesidades en cada lugar. La salida es desde abajo, como demostró la solidaridad que se expresó en todos los barrios, la indemnización total para las familias afectadas puede salir de impuestos extraordinarios a las grandes empresas.
Este sábado 5, a casi un mes de la inundación la Posta de Salud y Cuidado vuelve a Ingeniero White desde las 11hs en Plunkett y San Martín para prestar atención sanitaria y psicosocial a las vecinas y vecinos. A las 15hs se realizará una asamblea abierta a la comunidad, como cada vez que finaliza la atención de la Posta, para poner en común la situación del barrio y las necesidades que transmiten las familias atendidas. Los vecinos de Ingeniero White organizan un abrazo solidario a las 17hs en el mismo punto de encuentro.
Todo crimen social tiene sus responsables políticos. Los gobiernos local, provincial y nacional quieren evitar que las consecuencias y denuncias de este crimen social se transformen en una crisis política, haciendo crecer la exigencia de justicia. Para eso necesitamos una comisión independiente que investigue y esclarezca las responsabilidades políticas de una urbanización planificada para las ganancias de las empresas.
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