En una semana marcada por la tensión en los mercados internacionales y la reaparición de una guerra comercial a escala global, la economía argentina registró un aumento impactante de la volatilidad financiera y presiones cada vez más agudas en el frente externo. Las reservas del Banco Central siguieron en baja, el riesgo país superó los 900 puntos y los bonos y acciones se desplomaron. El mercado mira cada vez con más probabilidad un salto en el dólar oficial.
El Gobierno venía enfrentando hace algunos meses el malhumor de los inversores. Se habían comenzado a cerrar posiciones de carry trade (apuestas a la tasa de interés en peso) y había cada vez más jugadores apostando por una devaluación. Con el estallido de la guerra comercial, la Argentina parece haber quedado en medio de otra tormenta y en condiciones de ultra vulnerabilidad.
El impacto de la guerra comercial no parece ser algo pasajero y los bancos de inversión internacionales muestran fuerte preocupación. Morgan Stanley dijo que la escalada arancelaria recuerda a la Ley Smoot-Hawley de 1930, considerada una de las responsables del agravamiento de la Gran Depresión. Según los analistas de ese banco, los nuevos aranceles impulsados por Trump podrían llevar la tasa efectiva de aranceles estadounidenses al 22 por ciento, niveles no vistos en casi un siglo.
Argentina vuelve a sentir el impacto de una economía mundial en crisis, y con pocas herramientas para aislarse del conflicto. El Gobierno apuesta exclusivamente a la llegada de dólares del Fondo Monetario y el mercado considera que el acuerdo es cada vez menos efectivo para recomponer las reservas y calmar las expectativas de devaluación. La guerra comercial suma otro jaque al Banco Central.
La autoridad monetaria cerró este viernes con ventas por 31 millones de dólares, y vendió divisas en el mercado de cambio en 13 de las últimas 14 ruedas. Con este movimiento, las reservas brutas internacionales se hundieron 193 millones de dólares en la jornada y acumularon una caída de 2969 millones de dólares en las últimas tres semanas. Quedaron en 25.119 millones. Los inversores siguen sin tener precisiones sobre el cierre del acuerdo con el FMI y siguen las dudas sobre cómo seguirá el esquema cambiario.
Riesgo país en alza
La inestabilidad internacional golpeó de lleno a los activos argentinos. El riesgo país trepó 6,1 por ciento hasta los 925 puntos básicos, un nivel que aleja aún más la posibilidad de que el Gobierno acceda pronto al financiamiento internacional. El objetivo del equipo económico era reducirlo a la zona de 300 o 400 puntos para recuperar el acceso al crédito externo una vez que se firme un nuevo acuerdo con el FMI, pero ese objetivo hoy parece lejano.
Los bonos soberanos operaron con fuertes pérdidas, lideradas por el Global 2046 y el Global 2041, con caídas de hasta 2,7 por ciento. El Bonar 2035 retrocedió 2,1 por ciento, mientras que los Bonar 2029 y 2038 bajaron 3,4 por ciento.
En paralelo, las acciones argentinas también sufrieron un fuerte golpe. El índice S&P Merval cayó 7,4 por ciento en pesos y 8,5 por ciento en dólares, registrando su mayor baja medida en moneda dura desde octubre pasado. En Wall Street, los ADR de empresas argentinas llegaron a perder hasta un 12,3 por ciento en la jornada del viernes, y acumularon caídas semanales de casi 20 por ciento.
El dólar blue cerró este viernes 1310 pesos para la venta, sin cambios respecto al jueves. Sin embargo, en el balance semanal el billete informal anotó una suba de 10 pesos, su cuarta alza consecutiva. La brecha con el dólar oficial se ubicó en el 21,8 por ciento. Los dólares financieros treparon hasta 1331 pesos (mep) y 1340 (contado con liquidación).
Trump reaviva la guerra comercial
El miércoles pasado, el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció un nuevo paquete de aranceles a las importaciones, incluyendo un incremento del 10 por ciento a los productos argentinos. La respuesta de China fue inmediata, con un arancel del 34 por ciento a todas las importaciones provenientes de Estados Unidos.
Este recrudecimiento de la guerra comercial tuvo un impacto directo en los mercados globales. Wall Street vivió su peor jornada desde marzo de 2020, con caídas del 5,5 por ciento en el Dow Jones, 6 por ciento en el S&P 500 y 5,8 por ciento en el Nasdaq. El S&P 500 alcanzó su nivel más bajo en 11 meses, perdiendo 5,4 billones de dólares en valor de mercado en solo dos días.
Las empresas más expuestas a la cadena global de suministros, como Apple, Nvidia y Tesla, encabezaron las pérdidas de capitalización. En tanto, los precios del petróleo y la soja también retrocedieron con fuerza, afectando directamente a países exportadores como Argentina.
Además del golpe directo sobre los flujos de capitales que llegan al país, otro de los grandes problemas para la Argentina es que se enfríe la economía global. Un freno del consumo en China, Europa o Brasil podría reducir las exportaciones de productos argentinos, al mismo tiempo de presionar a la baja los precios de las materias primas y generar otra fuente de presión para las reservas internacionales.