El fenómeno generado por el crecimiento de la iglesia evangélica viene en alza en la Argentina y parece seducir cada vez más a la dirigencia política sin importar si son de izquierda o de derecha. En una ceremonia que reunió más de 3.000 personas se destacó la presencia de dirigentes como el senador cristinista Eduardo «Wado» de Pedro, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, el secretario de Culto, Nahuel Sotelo, y senador radical Martín Lousteau, entre otros.
El encuentro se realizó este viernes para inaugurar la Universidad Evangélica en la Argentina, lo que seguramente tendrá su impacto social y, obviamente, marcará un hito en la política. Es que el crecimiento de este movimiento religioso llama la atención de los políticos que ven como una cantera de votos que no deben descuidar.
Uno de los últimos informes que se difundieron y que fue elaborado por el Conicet reveló que la comunidad evangélica en la Argentina pasó de ser el 9 % de la población en 2008 al 15,5 % en 2019. Este dato explica la atención que genera todo lo que sucede en el mundo de esta religión cristiana.
A la apertura de la universidad también asistieron el ministro de Desarrollo Humano de la Ciudad, Gabriel Mraida, hijo de un reconocido pastor, y el senador por Tucumán Juan Manzur; la larretista Guadalupe Tagliaferri; y el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, estuvieron en la primera fila de los invitados..
A ellos se sumó el secretario de Culto, Nahuel Sotelo; quien llegó al Ejecutivo no sólo por la relación que mantiene con Javier Milei sino también por su llegada a la Iglesia, el evangelismo y las comunidades evangélicas, judía y musulmana. Entre los invitados también estuvieron los legisladores Emmanuel Ferrario y Yamil Santoro.
La ceremonia fue encabezada por el pastor Osvaldo Carnival, fundador de la Universidad en la avenida Eva Perón 1060 de CABA. «Estamos escribiendo una nueva página en la historia de la educación en Argentina. Una universidad que no solo forma profesionales, sino que moldea líderes con principios y visión”, afirmó.
El último gran encuentro entre la política y esta comunidad religiosa se dio en diciembre de 2022, cuando el entonces presidente Alberto Fernández recibió en Casa Rosada a integrantes de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA). Sin embargo, Javier Milei, desde que ingresó a la política, ve a los evangelistas como el sector aliado, con una importante estructura, pero también con poder económico.
Karina Milei, por ejemplo, dio la venia, en su momento, para que los armadores en la Provincia Sebastián Pareja y Alejandro Carrancio, avanzaran en una alianza con Una Nueva Oportunidad (UNO), partido de origen cristiano que tuvo vínculos con la administración de María Eugenia Vidal y llegada a los distritos controlados por el macrismo.
La llegada de La Libertad Avanza al poder provocó el desembarcó de personalidades de la iglesia evangélica, una de ellas es la diputada nacional Nadia Judith Márquez, quien en su perfil de la red social X se presenta como cristiana y pastora. La neuquina tiene un importante poder dentro del bloque que comanda Gabriel Bornoroni al ser designada por Martín Menem como secretaria parlamentaria de la bancada.
Nadia es hija del pastor Hugo Márquez, quien apoyó parte de la campaña presidencial de Milei y es un activo militante libertario. Márquez es miembro de ACIERA, y hace un año fue clave para que el Gobierno le otorgara a los evangélicos unos $170 millones tras cortar la intermediación de los planes sociales con las organizaciones,
La mendocina Lourdes Arrieta (LLA), quien llegó al Congreso con La Libertad Avanza, también es otra de las fieles evangélicas. La diputada del «patito», que dejó el bloque oficialista tras la escandalosa visita a los represores detenidos en Ezeiza, se presenta en las redes con la leyenda “Dios es fiel y justo”.
También está el fueguino Santiago Pauli, quien es hijo de una pastora y el fundador del partido “Republicanos” que en la provincia le dio el sello a La Libertad Avanza. Además, el diputado es miembro de la iglesia evangélica «Hay Vida en Jesús», que le sirvió como para ganar popularidad y sacarle 10 puntos a su adversario peronista en las últimas elecciones.
La presencia de la iglesia evangélica domina la escena política no sólo en la Argentina sino en Latinoamérica y el caso más emblemático es Brasil, donde no sólo Jair Bolsonaro construyó su poder en base a esta comunidad religiosa sino que también Lula Da Silva sumó a representantes evangélicos a su espacio.