El Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA), dejando a un lado la tradición habitual de dar a conocer su programación en diciembre, eligió estos últimos días de febrero para presentar su temporada 2025, aunque esta ya se encuentra formalmente activa entre las reposiciones y los estrenos.
En lo que va del mes volvieron a su cartelera la versión de El trágico reinado de Eduardo II de Marlowe, firmada por Carlos Gamerro, Oria Puppo y Alejandro Tantanian, James Brown usaba ruleros de Yasmina Reza, en puesta de Alfredo Arias, en marzo lo hará Las mujeres de Lorca de Marisé Monteiro con Ana María Cores y debutó Pasión, una tragedia argentina de la Compañía Los Pipis.
Recordemos que las salas que integran el CTBA son un pilar fundamental de la cultural oficial y pública y nuclea varios espacios. No sólo al céntrico Teatro San Martin, con sus tres ámbitos escénicos (Martín Coronado, Casacuberta y Cunill Cabanellas), junto a la sala Lugones, dedicada al ámbito cinematográfico y una galería fotográfica. También lo integran el Teatro Presidente Alvear, felizmente reinaugurado en 2023; el Sarmiento, frente a la Rural; el Regio, en el barrio de Chacarita; De la Ribera, en la Boca y el cine teatro El Plata en Mataderos.
La responsabilidad de la programación de esta gran fábrica de ficción escénica recae en el gestor pampeano Alberto Ligaluppi, que ya había sido director general y artístico de la enorme entidad entre 2010 y 2015.
En una sala Casacuberta atiborrada de gente del mundo de la cultura, periodistas y actores, pudo verse a Joaquín Furriel, Paola Krum, Arturo Puig, Eleonora Wexler, Gabriel Goity y Muriel Santa Ana, entre otros. La presentación estuvo a cargo del Director General, secundado por Gabriela Ricardes, Ministra de Cultura, y Jorge Macri, Jefe de Gobierno porteño.
La presentación
Gabriela Ricardes, destacó y revalorizó la misión del teatro público: “Poner al ciudadano en el centro de la escena”, acotó. Subrayó que desde el CTBA: “Se producen contenidos de excelencia, de relevancia y calidad buscando experiencias transformadoras que puedan llegar a la mayor cantidad de público posible. Las industrias culturales y creativas generan empleo de calidad”.
Ricardes dio ejemplos del camino virtuoso y significativo emprendido al mencionar las propuestas que se generaron en el CTBA y actualmente realizan representaciones en otros espacios. Mencionó a las obras Las cautivas, Qué tiene de magnífico ser yo, Medida por medida, Cuando Frank conoció a Carlitos, Lo que el río hace y pidió que, si se olvidaba de alguna, se lo recordaran.
Inmediatamente, desde la platea, se escuchó la voz de Ana María Cores, mencionando Las mujeres de Lorca, la pieza en la que participa. Esto generó un momento gracioso cuando Macri, le dijo: “Es el problema de nombrar. Vas a quedar mal con alguien”.
A continuación, la ministra señaló las producciones que realizaron gira por el exterior como es el caso de La gran ilusión, que acaba de efectuar funciones con entradas agotadas en Madrid. Terminó mencionando a cada uno de los sectores del Complejo y los aplausos atronaron la sala al tiempo que citó la cantidad de espectadores de 2024; la friolera de 572.638 personas.
Macri, más breve en su intervención, como destacó Ligaluppi: “Es el primer Jefe de Gobierno que asiste a una presentación de temporada en 60 años”, comenzó aclarando:
“Más o menos me la rebusco en esto de hablar, pero nunca estuve en un escenario con tanta gente mirándome. Es como que debo encontrar el sentido correcto y la entonación apropiada a cada palabra que voy a decir. Voy a hablar del sentimiento, estoy profundamente emocionado y orgulloso de lo que venimos haciendo en cultura que es una gran inversión. Hay que comprender lo relevante que es invertir en cultura, que no es un gasto, sino una inversión que transforma vida, rescata personas y nos hace diferentes. No sólo brindamos un espectáculo, sino transformamos gente. Nadie sale igual después de escuchar música, ver a alguien bailar, ver una obra o una película, leer un libro, enfrentarse a una pintura. Nadie es la misma persona, antes o después de eso”, declaró y acto seguido, se fue por bambalinas.
Ligaluppi, a su turno, antes de detallar algunas propuestas puntuales de la nueva temporada, contó que le había pasado algo terrible: “Mis anteojos se metieron en el forro de mi saco y los necesitaba para leer. Soy medio Buster Keaton”, aclaró en medio de las risas, Cuando se disiparon, disparó: “Es una política que con la señora Ministra queremos establecer: empezar a exportar teatro”, mientras se proyectaban sendas fotos de un espacio en Bogotá y otro en Madrid, en los que el grupo de danza y el elenco de La gran ilusión, realizaron funciones.
Los estrenos
Ante la imposibilidad de consignar la bienvenida y frondosa oferta anual, mencionamos la saludable presencia de títulos clásicos de la dramaturgia universal como Ricardo III de Shakespeare, protagonizado por Joaquín Furriel y dirigido por el catalán Calixto Bieito; La gaviota de Chéjov, en versión y puesta de Rubén Szuchmacher, con Muriel Santa Ana; Los pilares de la sociedad de Henrik Ibsen con Eleonora Wexler y Martin Seefeld, guiados por el actor Jorge Suarez.
Asimismo, la reescritura de Ifigenia en Áulide de Eurípides y del Agamenón de Esquilo, en La niña sobre un altar de la dramaturga irlandesa Marina Carr, con dirección de Oscar Barney Finn; Ateneo para una familia con dramaturgia y dirección de Marcelo Mininno, inspirada en el universo del clásico rioplatense En familia de Florencio Sánchez. Sin olvidar Baco polaco de Mauricio Kartun, según sus palabras un “pastiche” de Las bacantes de Eurípides, por artistas egresados, de múltiples camadas, de carreras de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático de Buenos Aires.
Se suman un ciclo de monólogos con obras de Patricio Abadi y Ezequiel Sagasti a cargo de Paola Krum y Mariano Torre, El suelo que sostiene a Hande del español Paco Gámez, con dirección de Corina Fiorillo; Sansón de las islas del director del Teatro Nacional Cervantes Gonzalo Demaría, con Luciano Castro, dirigido por Emiliano Dionisi y La piedra oscura del ibérico Alberto Conejero, con dirección de Alejandro Giles y actuaciones de Martin Urbaneja, Iván Hochman y Milagros Almeida.
En cuanto a danza, el Ballet Contemporáneo del San Martin hará un homenaje a la coreógrafa argentina Ana María Stekelman y la destacada bailarina y artista cordobesa Lisi Estaràs, integrante de la compañía belga Les Ballets C de la B., montará una coreografía en homenaje al gran bandoneonista Eduardo Rovira, figura relevante de la vanguardia del tango quien por su profundidad y nivel instrumental trascendió largamente las fronteras del género.
Por si fuera poco, habrá una celebración por los 40 años del grupo Los Macocos, ciclos de cine en la Lugones, gira provincial de Cyrano con Gabriel Goity, muestras en la fotogalería, funciones en los Teatros del Canal de Madrid, títeres, música y mucho, muchísimo más.