viernes, 24 enero, 2025

El Reino Unido busca enfrentar a Argentina por el control estratégico de la Antártida

La Antártida, un territorio helado de riqueza incalculable, se ha convertido en el epicentro de una carrera geopolítica en la que existen múltiples actores.

Un reciente titular del medio británico The Telegraph, que califica las riquezas petroleras de la región como una posible «salvación» para Gran Bretaña, refleja el creciente interés de las potencias mundiales en el continente más inhóspito del planeta, mientras advierte sobre una carrera que podría tener consecuencias globales.

Desde el Tratado Antártico de 1959, que estableció el uso pacífico del continente y congeló las disputas territoriales, la Antártida ha sido un territorio protegido de la explotación económica. Sin embargo, el potencial de sus recursos naturales, incluido un vasto depósito de hidrocarburos que podría rivalizar con los principales yacimientos mundiales, ha desatado tensiones.

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Estas disputas, enmarcadas en un contexto geopolítico más amplio, subrayan el creciente interés británico en preservar su influencia en la región, mientras Argentina, por proximidad geográfica y un renovado protagonismo diplomático, busca consolidar su posición.

Los intereses británicos

Para el Reino Unido, la Antártida no solo es un territorio de exploración científica, sino también una pieza clave en su estrategia energética futura. Con la posibilidad de que el continente contenga vastos depósitos de petróleo y gas, un cierto sector de la política británica parece estar presionando para asegurarse de no quedar atrás en esta carrera.

La base británica en las Islas Malvinas, ocupadas ilegalmente por los ingleses, a solo 1.200 kilómetros de la península antártica, es un punto estratégico clave para sus operaciones científicas y militares, lo que les otorga una ventaja logística considerable.

Además, la región representa una oportunidad de reafirmar la influencia global del Reino Unido en un momento en el que las incertidumbres económicas y energéticas hacen más urgente asegurar nuevas fuentes de recursos.

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Argentina y su cercanía estratégica

Por su parte, Argentina tiene una posición geográfica única. Con una infraestructura antártica sólida que incluye bases permanentes, una de las cuales opera de manera ininterrumpida desde 1904, el país busca hacer valer su cercanía al continente helado.

En abril de 2024, el presidente Javier Milei visitó Ushuaia y reafirmó, durante un discurso, su compromiso con el desarrollo de la «Base Naval Integrada«. Según destacó el mandatario, este proyecto representa un importante centro logístico que se convertirá en el puerto de operaciones más cercano a la Antártida.

«Esta obra nos permitirá desarrollar la economía local, brindar un servicio logístico que permita las reparaciones y apoyo a los cruceros y buques comerciales que operen en el Atlántico Sur«, explicó Milei en aquel momento.

Además, afirmó que «brindará apoyo logístico real al desarrollo científico y los diversos programas antárticos internacionales permitirá que navíos argentinos y del mundo puedan acceder en Ushuaia a reparaciones, reabastecimientos u otros servicios que necesitan, antes de dar el último paso a su travesía«.

Esta base estaría ubicada en la península de Ushuaia y, según informan, este complejo está diseñado para funcionar como un Polo Logístico Antártico. Por su ubicación geoestratégica, esta infraestructura podría desempeñar un papel determinante en facilitar el acceso de Argentina y sus aliados a la Antártida.

«Una carrera hacia el abismo»

Mientras las tensiones aumentan, los riesgos de militarización y explotación del continente son preocupaciones crecientes. El Tratado Antártico podría enfrentarse a un futuro incierto si las naciones comienzan a priorizar sus intereses económicos por encima del consenso internacional.

En este tablero de ajedrez geopolítico, la Antártida no solo es un símbolo de riqueza y poder, sino también un recordatorio de que las disputas por recursos naturales en el siglo XXI podrían redefinir las fronteras de la cooperación y el conflicto global.

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