Así como a los perros hay que vacunarlos, a los gatos también es necesario inyectarlos con medicamentos fundamentales, para garantizar su salud desde el inicio de su vida.
Por eso este cuidado especial comienza con un esquema de vacunación adecuado que les permiten a los felinos estar protegidos de enfermedades graves, así como mantener un bienestar general en su salud física.
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De acuerdo con portales veterinarios especializados en gatos, las principales vacunas y recomendaciones relacionadas con su cuidado comienzan aproximadamente a los dos meses de nacimiento.
Según Purina Colombia, “cuando tu mascota cumpla ocho semanas de edad (posterior al destete) debes llevarla al veterinario para que, si lo ve conveniente, le aplique sus primeras vacunas para gato”.
Desde luego estas vacunas no son estándares para toda la población felina. De acuerdo con la empresa alimenticia para mascotas, esto varía “según la edad de tu gato, la zona donde vivas y el ambiente de crianza, son recomendables vacunas diferentes, por eso es imprescindible una consulta en tu clínica veterinaria”
En ese orden de ideas, estas son las vacunas más recomendadas. Aplicarlas, por supuesto, dependerá del caso específico y de la orden del veterinario:
- Vacuna triple felina (Fvrcp): protege contra tres enfermedades comunes y peligrosas: rinotraqueítis viral, calicivirus y panleucopenia felina. Se considera indispensable y se administra entre las 6 y 8 semanas de vida, con refuerzos según el calendario veterinario. Purina Colombia indica que se aplica “entre la octava y la novena semana de vida del gatito y precisa refuerzo tres o cuatro semanas después de la primera dosis“.
- Vacuna contra la rabia: esta es obligatoria en muchos países, previene una enfermedad mortal tanto para animales como para humanos. Su aplicación inicial se realiza entre las 12 y 16 semanas de edad, con refuerzos cada 1 a 3 años, dependiendo de las regulaciones locales y las recomendaciones del veterinario.
- Vacuna contra la leucemia felina (FeLV): altamente recomendada para los gatos que interactúan con otros felinos o tienen acceso al exterior, ya que protege contra un virus que es una de las principales causas de mortalidad en gatos.
- Vacuna contra Bordetella: indicada para aquellos que conviven en guarderías o en espacios con otros animales. Puede aplicarse desde las 4 semanas de vida para prevenir infecciones respiratorias.
Es fundamental respetar los calendarios de vacunación y programar revisiones veterinarias periódicas, de acuerdo con los veterinarios.
Además, una alimentación equilibrada es clave para mantener la salud, considerando que los gatos son carnívoros obligados y necesitan nutrientes específicos como la taurina, esencial para su bienestar.
La esterilización es otra práctica importante que contribuye al control poblacional y previene problemas de salud, además de reducir comportamientos no deseados.
El cáncer en gatos es una enfermedad que, aunque rodeada de mitos y desinformación, puede ser detectada y tratada en algunos casos para garantizar una mejor calidad de vida a las mascotas.
Según informó el portal para mascotas Mirringo, esta afección se origina por el crecimiento descontrolado de células atípicas en el cuerpo del animal, lo que puede derivar en tumores benignos o malignos.
El veterinario y zootecnista Julián Ariza explicó al medio que las causas de esta enfermedad son diversas, incluyendo factores genéticos, el contacto con otros gatos infectados o, en casos menos comunes, la exposición a sustancias tóxicas.
De acuerdo con el especialista consultado los tumores benignos no se diseminan a otros órganos o sistemas del cuerpo, mientras que los malignos pueden causar metástasis, afectando gravemente la salud del gato.
Aunque algunas formas de cáncer pueden ser tratadas, otras, como la leucemia felina, presentan un panorama más complejo. Esta última, según detalló el doctor Ariza, es una enfermedad viral altamente contagiosa entre gatos y representa uno de los casos más graves de cáncer en estos animales.
Los gatos son animales con instintos cazadores y comportamientos complejos. Aunque sean alimentados adecuadamente, muchas veces mantienen su tendencia natural a cazar pequeñas presas.
En cuanto a la comunicación, utilizan un lenguaje corporal que incluye movimientos de la cola, posturas y expresiones faciales. El ronroneo, por ejemplo, puede indicar satisfacción, pero también puede reflejar incomodidad o la búsqueda de consuelo.