“El silencio de Marcos Tremmer”, con Benjamin Vicuña (historia de un hombre que consiente demasiado a su esposa), y «Babygirl», donde Nicole Kidman se complica con un empleado a quien dobla en edad
-
El éxito que está en Max y hace temblar del miedo hasta los más valientes
-
Bruce Springsteen asegura que Jeremy Allen White «canta muy bien» en su próxima película biográfica
Adriana Ugarte y Benjamín Vicuña en «El silencio de Marcos Tremmer”
Coinciden entre los estrenos de esta semana dos historias cuyos protagonistas toman decisiones ocultas y contradictorias que pueden jugarles en contra: “El silencio de Marcos Tremmer”, con Benjamín Vicuña, y “Babygirl. Deseo prohibido”, con Nicole Kidman.
Al comienzo de la primera, un creativo publicitario resigna sin dar pelea su anhelada presencia en el Cannes Lions, solo para darle el gusto a su mujer, que organizó un viaje a Punta Cana de modo totalmente inconsulto. La mima demasiado, no quiere que sufra por nada, al punto de que, cuando se ve afectado por un tumor maligno, tiene la peregrina idea de fingir que ya no la ama, así ella se va con otro que la está buscando y no llora su muerte. Dicho y hecho. De pronto el cáncer remite, él queda vivo pero ahora ella lo odia. Igual terminará llorando.
Por supuesto, pasan otras cosas. Y pasan en Madrid, Punta Cana y Colonia, Uruguay, todo lindamente fotografiado y rutinariamente contado. Director, el español García de la Calera, el de la comedia veraniega “Caribe todo incluido”. Dato curioso, por segunda vez Vicuña interpreta a un enfermo grave. Antes fue en una buena (aunque algo melosa) serie melodramática, “El primero de nosotros”, que trabajaba muy bien unos cuantos temas aledaños y tenía un lindo tema musical, “No te vayas”. A lo que ahora vemos le calza justo el tango “Confesión”, de Discépolo.
BG.jpg
Nicole Kidman y Harris Dickinson en una escena del thriller erótico «Baby Girl»
Babygirl
La otra película es lo que llaman un thriller erótico. La verdad, de thriller tiene poco y nada. En cambio, de lo otro tiene bastante. Acá es la mujer (Nicole Kidman) quien le da el gusto al marido fingiendo un orgasmo. Después se dará el gusto sola, y más adelante se lanzará incontenible sobre un joven insolente que quizá pueda hacerle vivir sus fantasías. ¿Qué fantasías son esas? Las de ser dominada en la cama.
El detalle es que, aparte de ser casada, madre de dos hijas adolescentes y tener el doble de edad de su amante, es directora ejecutiva de primera línea en una empresa seria y él es un empleado nuevo, circunstancial, de esa misma empresa, un becario al que recién conoce. ¿Quién sabe si ese tipo no aprovecha a dominarla también en el trabajo, o si el personal se entera y le pierde el respeto? ¿Pero quién sabe si esta experiencia de soltar un poco la líbido fuera de casa, sin que nadie se entere, no termina ayudando a la armonía y la felicidad conyugal? Todo el mundo tiene sus bemoles.
Directora, Halina Reijn, discípula declarada de Paul Verhoeven, el de “Bajos instintos”, “Showgirls” y especialmente “Elle, abuso y seducción” (y “Robocop”, que era más divertido). Claro, la diferencia con esas películas es la mirada femenina, que actualiza, al menos de palabra, los viejos temas del deseo inconfesable.
“El silencio de Marcos Tremmer” (España, Uruguay, Chile, República Dominicana, 2024); Dir.: Miguel García de la Calera; Int.: Benjamín Vicuña, Adriana Ugarte, Daniel Hendler.
“Babygirl. Deseo prohibido” (Babygirl, EEUU, 2024); Dir.: Halina Reijn; Int.: Nicole Kidman, Harris Dickinson, Antonio Banderas.