lunes, 18 noviembre, 2024

Pese al calor extremo, el Norte argentino será uno de los destinos más buscados en el verano

No es Brasil, que este verano recibirá un récord de turistas argentinos. No es ni Pinamar ni Cariló, los dos lugares de la Costa Atlántica que van a zafar del “efecto dólar”. Quienes tienen posibilidades de irse de vacaciones y prefieren hacer cuentas en pesos, se están animando a destinos “bajo perfil” por Argentina, que están creciendo por sus precios convenientes y derriban el mito de que al Norte y al Litoral no se puede ir con calor extremo.

“La temporada alta está arrancando en diciembre, antes era en enero, y llega hasta marzo. Ya empezaron a reservar. Tenemos el 50% completo para Año Nuevo”, dice a Clarín, Gastón Ferreira, encargado de Moconá Virgin Lodge, un complejo de 14 cabañas con balcón y deck privado, en el corazón de la selva: la Reserva de la Biósfera Yabotí. Una de las áreas protegidas más grandes de la provincia de Misiones.

Quienes llegan hasta acá – a 315 km de las Cataratas de Iguazú, en 4 horas y media en auto, lo mismo que desde Posadas – lo hacen para ver los Saltos del Moconá. Conocidos como “las otras cataratas”, esta falla geológica del período precámbrico tiene la maravillosa particularidad de que, a diferencia de la mayoría de los casos, no son transversales sino perpendiculares. Los locales lo definen como “el río cayendo de costado”, a lo largo de 3 kilómetros.

Si hay suerte y la crecida del arroyo Yabotí no anega el puente o baja la majestuosidad de la caída del agua, las cascadas tienen entre 2 y 4 metros de altura. La mejor vista se da cuando se ven entre 6 y 8 metros de caída. La entrada para argentinos es de $ 5.000, y la excursión en gomón por los saltos está $ 25.000.

“¿Calor? Muchísimo. Pero ya se está entendiendo que acá eso es sinónimo de disfrute. Estamos rodeados de agua, con vista al Arroyo Yabotí”, agrega Gastón.
Es el único hotel en un paisaje absolutamente salvaje, de 250.000 hectáreas que son de propiedades privadas e incluyen áreas naturales protegidas de dominio provincial. En la biósfera no puede entrar ni la industria tabacalera, ni la de la yerba. Está prohibido cualquier tipo de explotación de la tierra.

“Ofrecemos la experiencia de selva. Es para desconectarse. A la noche hacemos un fogón, con reviro (es “sagrado”, a base de harina, sal y acompañado de mate cocido. En Misiones es tradición y se considera el “pan de los humildes”) y después ticuei (salteado de carne con cebolla y morrones). También, astroturismo guaraní. Los guías hacen ver a los turistas cómo los guaraníes interpretaban el cielo. La mayoría de nuestros huéspedes son de Buenos Aires, pero acá no van a sufrir el calor”, cierra el gerente.

Más allá de ese diferencial del ecoturismo, en esa localidad misionera el fuerte del verano 2025 serán los precios. En ese lodge de selva, la noche, para dos personas, con desayuno, almuerzo y cena, está en promoción en transferencia o efectivo, a $ 276.000.

Ante el crecimiento de este destino, desde el 1° de enero una línea de micros hará un recorrido diario desde Puerto Iguazú hasta los Saltos de Moconá, con parada en la localidad de El Soberbio, y en sentido inverso. También se está trabajando para que en los próximos meses arranque un servicio directo desde Retiro hasta esa terminal misionera.

Además, El Soberbio se está promocionando como destino runner. Para el 5 y 6 de abril hay gran expectativa por el Trail Esencia Salvaje. En esta cuarta edición se espera que 1.000 corredores de todo el país corran hasta 30 km por la selva y, de paso, sean turistas.

Ya fuera de la Reserva, la oferta misionera es para todo presupuesto.

En Puerto do Mario, donde Rosa, la dueña, dice que “ya están llamando para enero pero les aviso que recién en diciembre abro las del verano”, una habitación para dos, con terraza con parrilla, una vista soñada y acceso directo al Arroyo Urugua-í, que permite el placer de nadar hasta con la luz de la Luna, está $ 50.000 por noche, con desayuno incluido.

“En el verano se está llenando todo, hasta el el área de camping (a $ 6.000 por persona, permite el uso de la pileta). Entre la vegetación (se ven desde araucarias y pinos, hasta enormes monsteras, y orquídeas nativas) y el arroyo, es mejor venir cuanto más calor hace”, cuenta Rosa.

En la otra orilla, una experiencia premium, de nivel europeo pero con precios nacionales, es la de las eco cabañas. También en alza este verano “bajo perfil”.

“En diciembre y enero se está trabajando muchísimo, aunque haga calor. Las reservas para el verano 2025 son muy espontáneas, pero van surgiendo. La mayoría viene de Buenos Aires”, dice a este diario Martina, la dueña de Piedra y Agua Eco Lodge, ubicado en la selva misionera, justo frente de la Reserva de la Biósfera Yabotí.

Es un proyecto que en el diseño tuvo en cuenta las prácticas ambientales y sostenibles. Desde la construcción, a base de madera de eucalipto y pino, hasta la gastronomía, con productos que se cultivan en el mismo predio o se compran directo de los campos de los proveedores aledaños. “Compensamos la huella de carbono de nuestra actividad, somos carbono positivo”, marca la mujer.

Una cabaña, inmensa, para dos, con desayuno y cena de tres pasos, está $ 210.000 (bebida aparte), y si se agregan dos personas en el grupo, $ 40.000 cada una.
Este eco lodge integra prácticas sostenibles desde su construcción y operación, así como para las actividades ofrecidas a los huéspedes.

Otro plus que hace a El Soberbio un destino competitivo es la oferta de actividades para los turistas. Sean desde los hoteles o vía particular.

“Tenemos desde senderismo hasta kayak por el Arroyo Paraíso, pasando por un trayecto hacia un hermoso salto que ofrecemos como excursión, además de vinculación con caballos, el spa selvático, y un muelle pensado para quienes hacen meditación”, sigue Martina.

Los otros “esteros”

En esta ruta de destinos “bajo perfil” por Argentina, así como en Misiones los Saltos del Moconá son “las otras cataratas”, el Bañado La Estrella, en Formosa, son “los otros esteros”, por su comparación con los esteros correntinos.
En una superficie de 400 mil hectáreas, se forma a partir de los desbordes del río Pilcomayo y es el tercer humedal más grande de Sudamérica después del Pantanal de Brasil y de los Esteros del Iberá.

“Si vienen a Formosa, los turistas visitan el Bañado, que es muy muy bonito. Lo que sí, en olas de calor no son muy aconsejables, su visita ideal es en marzo. Y están viniendo muchos más desde que en Instagram la gente ve estos esteros, que parecen hechos con Inteligencia Artificial”, dicen a este diario desde la Casa de Formosa en Buenos Aires.

La escena a la que remiten es la de palmares, pantanos y hasta lagunas de agua cristalina, con los champales, que son árboles muertos pero en pie, colonizados por enredaderas y toda clase de plantas trepadoras.

El condicional indica que no es tan fácil llegar a ver esa humedad. Los viajeros llegan a la capital formoseña y luego, por tierra, van casi 300 km por la Ruta Nacional 81 hacia Las Lomitas. Luego hay que tomar la Ruta Provincial 32, y a unos 70 km – el camino no está asfaltado – aparece el caserío Fortín La Soledad, donde está el embarcadero.

Los alojamientos suelen incluir la navegación, puede ser con lanchas livianas de aluminio a motor, botes para remar o piraguas, y arrancan en $ 45.000 por persona por noche.

Según datos de la Secretaría de Turismo de la Nación, en el Norte y en el Litoral también está creciendo la cantidad de turistas que, además de enero y febrero, eligen marzo para vacacionar.

En Formosa, por ejemplo, mientras en marzo de 2023 se hospedaron 5.201 turistas en alojamientos habilitados, en el mismo mes de este año fueron 5.713.

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