“Nadie nace malo. Como todo, requiere práctica”. La frase, curiosa, prometedora, tiene su atractivo, la dice un personaje en off, que pronto descubriremos que es el protagonista de El bandido perfecto, este buen thriller, con Josh Duhamel y Mel Gibson, que Netflix acaba de estrenar (y posicionar como la película más vista en su plataforma de streaming). No había pasado por los cines de la Argentina.
El protagonista se llama Robert y solo en Canadá cometió 59 robos a bancos sin herir a nadie, y sin contar con la ayuda de nadie.
Y, lo más sorprendente, es que es un hecho real. O sea, que es verdad, aunque usted no lo crea.
Si encontrar una moneda en la vereda trae suerte, no se imaginan la que tendrá Robert.
El estadounidense Robert, que no se llamaba así, pero que consiguió ese nombre luego de escapar de una cárcel en su país y “comprarle” una tarjeta de seguridad social a un pordiosero en Canadá, adonde huyó, rehará su vida del otro lado de la frontera. Estamos en los años en los que Ronald Reagan presidía los Estados Unidos, y la crisis económica golpeaba fuerte.
Y Robert descubrirá que los bancos canadienses tienen una seguridad mínima. Y que puede entrar y salir con un botín de dinero en tres minutos.
Mel Gibson se ríe, bien, de sí mismo
Eso es lo que le dice a Tommy (Mel Gibson, en un papel en el que se ríe de sí mismo: pero se ríe bien, no se autoparodia, y hasta suelta “El que diga que el dinero no compra la felicidad, que lo transfiera a mi cuenta”). Tommy es un tipo al que la policía, en especial uno, Snydes (Nestor Carbonell, de The Morning Show y la nueva Shogun) viene siguiendo y que espera que alguna vez pise el palito para poder apresarlo por robo. Robert acude a Tommy porque necesita algo de dinero.
Mucho más que el que consigue con una sonrisa y un arma pidiéndole a una cajera de banco que le dé lo que tiene ahí, en la caja.
La vida de Robert, quien hablará a veces a cámara, un recurso que tan buen uso hizo Phoebe Waller-Bridge en Fleabag, y que aquí es igual de efectivo, cambia cuando conoce a Andrea, de la que se enamora de inmediato. Quien es interpretada por Elisha Cuthbert (era Kim Bauer, la hija del personaje que interpretaba Kiefer Sutherland en 24) y que vivirá engañada, sin saber realmente cómo hace su pareja para comprar una casa y tapados y más.
Contra lo que uno podría suponer si se guía por la foto con la que Netflix presenta el filme, en la que está Mel Gibson y solamente Mel Gibson, el actor de Arma mortal y Corazón valiente tiene un rol secundario, importante, pero no del protagonismo del que tiene Josh Duhamel.
Duhamel tiene un rostro conocido, pero hasta ahí. Estuvo casado con Fergie, de los Black Eyed Peas, y coprotagonizó con Jennifer Lopez ese bodriazo que fue Bodas de plomo, también estrenado aquí por streaming en 2023, por Amazon Prime Video. Y estuvo en Transformers.
Gilbert Galvan Jr., el personaje real, tiene el récord de más robos consecutivos en la historia canadiense, con los que obtuvo 2.339.000 dólares. Un dinero que nunca se consiguió recuperar, aunque él dijera que había quedado en bancarrota.
Decíamos que El bandido perfecto es efectiva, entretenida. Nunca decae el ritmo en sus dos horas de duración. Y esperamos ver London Calling, la comedia de acción en la que el director canadiense Allan Ungar volvió a contar con Josh Duhamel.
Lo último, y como curiosidad. Aproximadamente al minuto 23:40 de la película, cuando Robert está leyendo un diario, se pueden leer las primeras dos líneas con texto real sobre la noticia de él escapando de la prisión, pero el siguiente párrafo -para quienes trabajamos en un diario, lo reconocemos de inmediato- se lee el texto simulado «lorem ipsum» con que se rellena el espacio a escribir.
“El bandido perfecto”
Buena
Thriller. Canadá, 2022. Título original: “Bandit”. 126’, SAM 13. De: Allan Ungar. Con: Josh Duhamel, Mel Gibson, Elisha Cuthbert, Nestor Carbonell. Disponible en: Netflix.