Escueto y políticamente correcto. Ese fue el tono que Axel Kicillof le imprimió al mensaje que publicó en redes sociales para felicitar a Cristina Kirchner por haberse convertido en la nueva presidenta del Partido Justicialista este martes.
“Felicito a @CFKArgentina y a todos los compañeros y compañeras de la lista de Primero la Patria por este nuevo desafío al frente del Partido Justicialista”, escribió el martes por la noche el gobernador bonaerense luego de semanas de recibir dardos desde el sector ultracristinista por no brindar su apoyo de manera más explícita.
La Junta Electoral del PJ proclamó este martes formalmente a la ex vicepresidenta como la nueva líder del partido. Su principal opositor, el gobernador riojano Ricardo Quintela, confirmó en una reunión en la Casa de La Rioja que no apelará la inhabilitación de su lista ante la Cámara Nacional Electoral.
A Cristina Kirchner le había quedado el camino despejado para la proclamación luego de que la jueza María Servini rechazara el pedido de Quintela para postergar las elecciones partidarias, que estaban previstas para el 17 de este mes, y avalara la resolución de la Junta Electoral que bajó la lista del riojano por irregularidades con los avales requeridos para competir.
Felicito a @CFKArgentina y a todos los compañeros y compañeras de la lista de Primero la Patria por este nuevo desafío al frente del Partido Justicialista.
— Axel Kicillof (@Kicillofok) November 6, 2024
Antes de quedar oficializada como jefa del PJ, la ex presidenta visitó una pyme industrial en Avellaneda, el mismo municipio que también había visitado el pasado 17 de octubre. Allí gobierna Jorge Ferraresi, enfrentado con La Cámpora y uno de los impulsores de una mayor centralidad y autonomía de Kicillof para las próximas definiciones electorales de Unión por la Patria.
En las semanas previas, Kicillof recibió varios embates desde el camporismo. La gota que rebalsó el vaso en la mesa chica de Cristina fue el acto que el mandatario bonaerense encabezó el 17 de octubre por el Día de la Lealtad en Berisso. Allí Kicillof llamó a la unidad y, otra vez, evitó darle su apoyo público a la ex presidenta.
Uno de los últimos dardos había llegado desde el senador y ex ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, que lo había cuestionado por su indefinición en la disputa con Ricardo Quintela.
«Él no le dio importancia al partido, me parece bien porque está trabajando, está gestionando la provincia más grande la Argentina, es lógico que el gobernador esté dedicado a la gestión, lo que no es lógico es que no acompañe a uno del espacio nuestro con una declaración, porque me parece que se perjudica él», había afirmado en declaraciones radiales.
Estela de Carlotto, entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner en un acto en La Plata.De Pedro insistió que le «hubiera gustado muchísimo que Axel se pronuncie a favor de Cristina hasta por una cuestión sentimental».
«Me gusta que estemos juntos, no puedo concebir que esté en otra cosa. Me duele y lo veo raro. No le hace bien como persona», señaló.
De todas maneras fue la propia Cristina la más efusiva en las críticas a Kicillof. Durante una reunión con dirigentes, lo acusó de juntar avales para Quintela y lanzó: «Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más».