La interna para definir las nuevas autoridades del Partido Justicialista y la puja que Cristina Kirchner mantiene con Axel Kicillof obligan a focalizar la atención en los movimientos que se dan en los bloques de diputados y senadores de Unión por la Patria, donde están expectantes a lo que resuelva la jueza federal con competencia electoral, María Servini de Cubría, ante el reclamo presentado por los apoderados de la lista del gobernador Ricardo Quintela, quien quedó afuera de la competencia por presuntas irregularidades en los avales.
Por ahora, tanto en Diputados como en el Senado, el peronismo busca evitar los choques y hasta los roces para que no haya excusas que puedan desembocar en una fractura. Es cierto que en ambas cámaras, los legisladores hacen equilibrio para mantener la convivencia y llegar así hasta el 30 de noviembre, cuando finaliza el período ordinario del Congreso.
Pero, también, en la discusión por el control de las bancadas legislativas entra en juego la resolución de la interna partidaria. Por eso, lo que se especula en el mundo peronista es que las reacciones, opiniones y conductas de los diputados y de los senadores recién comenzarán a conocerse después del fallo de Servini de Cubría, quien deberá resolver si la Junta Electoral partidaria actuó correctamente al convalidar como única lista a la de Cristina y rechazar la apelación de Quintela.
Sin embargo, las tensiones existen en la Cámara baja, donde Unión por la Patria tiene una bancada de 99 diputados, con un fuerte comando cristinista. Pero los representantes de La Rioja que responden a Quintela dejaron trascender su malestar no sólo por la presencia en la lista de Cristina de Germán Martínez, presidente de bloque y candidato a vice para el PJ, sino también porque figuran el senador José Mayans, vice primero para el PJ, y la camporista Paula Penacca.
Además en la lista de Cristina también figuran los diputados Vanesa Siley, Agustina Propato, Florencia Carignano, Ana María Ianni, Pablo Yedlin, Martín Aveiro, Gabriela Estévez, Emiliano Estrada y Estela Neder, quienes van como consejeros titulares del partido. Mientras que desde el Senado se anotaron la catamarqueña Lucía Corpacci, como vice segunda, Eduardo “Wado” de Pedro, José Neder, Sergio Uñac, Anabel Fernández Sagasti y Eugenia Duré.
En el caso de la lista que postula a Ricardo Quintela están los diputados Victoria Tolosa Paz, Eugenia Alianiello, Natalia Zavala Chacur, Ernesto Pipi Alí y Santiago Cafiero. A ellos se agrega el misionero Alberto Arrúa, que integra el bloque Innovación Federal.
El escenario es más que complejo para el peronismo, los diputados y senadores conviven en medio de la interna partidaria. «No tenemos ningún ánimo rupturista», le dijo a Clarín uno de los diputados que apoya la lista del gobernador de La Rioja, aunque reiteró los reclamos por el manejo de la agenda de Unión por la Patria.
Al respecto, Germán Martínez trató de desdramatizar el panorama al señalar que «se está ante una elección interna que al peronismo le puede venir bien». En distintas declaraciones, el santafesino destacó que puede hablar a favor de lo que puede aportar Cristina «sin necesidad de descalificar o agraviar a otro compañero».
Pero, también, aparecen otras personalidades, como Oscar Parrilli, un kirchnerista de paladar negro, que en medio de la tensión interna desestimó que el peronismo vaya a llegar unido a las elecciones legislativas del próximo año. «La unidad en sí misma a mi no me interesa, no es garantía de triunfo», fundamentó el senador en declaraciones a C5N.
En esa entrevista, Parrilli también acusó a Quintela de estar «entregando el PJ al Gobierno para que ya Cristina no solamente esté condenada, sino además ni siquiera sea presidente del PJ”. La frase conmocionó a los legisladores que no están en la lista de la ex presidenta y tendrá algún coletazo en las próximas horas.
Sin embargo, los diputados y senadores, fundamentalmente aquellos que tienen terminal en una provincia, por ahora desestiman la posibilidad de una fractura. Principalmente porque el Congreso debate la ley de Presupuesto 2025 y ambas bancadas ya están en línea con los gobernadores para analizar la letra chica del proyecto.
Incluso, en una de las charlas que Mayans tuvo con Quintela en las últimas horas para tratar de acercar posiciones y llegar a un acuerdo sin intervención de la Justicia le dijo al gobernador que el proyecto enviado por el Gobierno es «una trampa» y lo convocó a trabajar sobre cada artículo.
Más allá de las tensiones y reproches a Axel Kicillof, en el kirchnerismo descartan que el gobernador pueda apoyar la ruptura de los bloques legislativos. Saben que la Provincia necesita del apoyo de todos los diputados y senadores para contrarrestar la ofensiva del Gobierno en el presupuesto para el próximo año con la misión de garantizar el equilibrio fiscal.
Una fuente legislativa cercana a los «federales», el grupo de diputados conformado por Toloza Paz y que se diferencia de La Cámpora, confirmó que los bloques mantendrán la unidad este año, pero no está garantizado que siga en 2025, ya que vendrá otra pelea por los lugares en las listas de candidatos.