Luego del anuncio de la privatización del ferrocarril Belgrano Cargas, el Gobierno toma impulso para seguir pasando a manos privadas algunas de las empresas estatales. Y ahora vuelven a la carga con Aerolíneas Argentinas, la línea área que debe pasar por el Congreso para ser privatizada.
La estrategia oficial para avanzar sobre Aerolíneas apunta a sacar lo antes posible el dictamen del proyecto que el diputado del PRO Hernán Lombardi presentó para privatizar la empresa. La intención es que la semana que viene salga el dictamen para que se pueda tratar lo antes posible en el recinto.
Así lo acordaron este miércoles los funcionarios del Gobierno que se reunieron en Casa Rosada con legisladores del PRO y el sector del radicalismo que asistió.
Ahora están inmersos en el poroteo fino para poder convocar al plenario de comisiones de Transporte y Presupuesto -que debaten el tema- para la semana que viene.
De hecho, este jueves Pamela Verasay, la diputada de la UCR de Mendoza que preside el plenario de comisiones, se juntará por la tarde con Martín Menem para hacer un conteo preliminar con las adhesiones al proyecto.
El PRO Y LLA suman 76 diputados, y necesitan sumar al grueso de la UCR y los bloques federales para superar en número al kirchnerismo que cuenta con 99 legisladores.
En el bloque Encuentro Federal – que conduce Miguel Angel Pichetto- ponen condiciones. Están para apoyar un modelo como el de YPF o un esquema de ingreso de capitales privados o management privado, pero con acciones mayoritarias por parte del Estado argentino.
«No van a acompañar el desguace de la aerolínea, que es lo que pareciera querer el Gobierno», señalan desde la bancada.
El impulso del Gobierno en privatizar la línea aérea seguramente tendrá una respuesta sindical. Los gremios vienen protestando contra el oficialismo por una recomposición salarial. La movida incluyó asambleas y paros que frenaron la actividad aerocomercial de Aerolíneas Argentinas.
En el medio, el oficialismo echó del directorio de la empresa a Pablo Biró, el sindicalista K que está al frente del gremio de los pilotos y uno de los que tiene los métodos más duros a la hora de las protestas.