La sede central del Automóvil Club Argentino (ACA) sufrió este sábado por la tarde un incendio en el tercer piso. Los bomberos realizan un operativo en la manzana, donde una policía fue oxigenada por el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME). En ese mismo edificio se encuentra el museo del patrimonio histórico de la entidad. Los bomberos informaron que las llamas, que tomaron las oficinas del tercer piso y el estacionamiento, fueron extinguidas pasadas las 19.
El SAME derivó seis unidades al lugar y los bomberos, junto con el personal del ACA, realizaron el corte preventivo de combustibles en los surtidores de la estación de YPF ubicada en la planta baja. El foco ígneo se habría originado cerca de las 17.40 en la tercera planta y, debido a las altas temperaturas, los vidrios estallaron y cayeron a la calle. Los vecinos de edificios lindantes reportaron que el fuego se propagó rápidamente a partir de las 18. Fue en ese entonces, que sintieron el fuerte olor a quemado y escucharon la explosión de las ventanas. Por el momento, se desconoce el motivo del origen del fuego.
Según se informó, no se reportaron heridos de gravedad. Solo una agente de la Policía de la Ciudad requirió oxigenación, pero afortunadamente se encuentra fuera de peligro, sin necesidad de ser trasladada. El corte ocupaba toda la manzana: avenida Del Libertador, Tagle, José León Pagano y Pereyra Lucena. Ahora se habilitó un solo carril de Del Libertador, mientras que hay tres que continúan bloqueados.
“Fue un incendio que tomó oficinas con gran cantidad de fuego y humo y, por suerte, no había gente. Estallaron vidrios que cayeron hacia afuera. Activamos el sistema integral de seguridad con Bomberos y Policía de la Ciudad. Enviamos una unidad de triaje, tres ambulancias y una de oxigenación. El incendio está bajo control y no corre peligro. Llevemos tranquilidad”, comentó el titular de SAME, Alberto Crescenti, a LN+.
“Fue algo muy repentino y el fuego empezó a propagarse con mucha velocidad. Los vecinos sentimos desde los balcones el humo y el olor a quemado. Es una sede muy representativa del Automóvil Club, esperemos que se solucione, estamos todos muy preocupados”, contó una vecina, Agustina, a TN.
“Enseguida los bomberos empezaron a sectorizar el perímetro y a evacuar a los vecinos, sobre todo por el peligro de los vidrios que caían y que se reventaban con mucha fuerza. Todo se dio de manera muy rápida. Abajo están los surtidores, ese era el peligro, pero no hubo ningún herido”, detalló la vecina.
Pasadas las 19, desde el SAME informaron que el incendio estaba extinguido, por lo que las autoridades dieron comienzo a las tareas de inspección del edificio, llevadas adelante por la División de Siniestros de Bomberos.
El mítico edificio se construyó en la década del 40, el proyecto preveía, antes de comenzar, la ejecución de estaciones de servicio que se distribuirían por todo el país, aun en zonas donde no serían rentables. Era un momento en el que el parque automotriz se expandía rápidamente, las construcciones comenzaban a superarse unas a otras en altura y la ciudad mostraba una pujanza que parecía imparable.
Sus materiales nobles, sus grandes ventanales que dejan pasar luz a todo el edificio, su frente despojado de ornamentación innecesaria, sus plantas abiertas, sus líneas simples y depuradas y su forma geométrica ubican claramente al edificio del Automóvil Club Argentino dentro de la corriente del racionalismo, en un barrio de construcciones entonces bajas y de influencia francesa. Tal como precisó LA NACION, la institución tuvo en ese momento la oportunidad de comprar todos los lotes de la manzana -formada por la avenida del Libertador, Pagano, Tagle y Pereyra Lucena- para edificar allí la sede social, sus oficinas y la estación de servicio, consiguiendo una destacada presencia sobre la siempre concurrida Avenida del Libertador, vía constante de circulación de autos.
LA NACION
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