Enterados de la adjudicación a dedo y por cercanías afectivas al intendente Javier Martínez, los ciudadanos se manifestaron e hicieron escuchar; hubo un largo y tenso reclamo que derivó hasta en la quema de cubiertas frente al edificio municipal, el cual debió ser custodiado por efectivos policiales, personas descompensadas y hasta un menor de edad que debió ser atendido en el nosocomio local.
Los vecinos expusieron la problemática habitacional y la imposibilidad de seguir pagando alquileres debido a los elevados costos de la actualidad, entre las familias algunas expusieron la necesidad de tener con un techo digno por contar con menores con discapacidad.
Aunque a pesar de la amplia manifestación y diversos reclamos la presencia de la cabeza del Municipio no se hizo presente, teniendo en cuenta que -según averiguaciones mediante- el Intendente se encontraba en Resistencia en un acto del Tribunal Provincial Electoral, en la entrega de certificados a los candidatos electos en las elecciones 2023.
Asimismo recorrieron capturas de conversaciones de redes sociales donde el Intendente manifiesta que la decisión de la entrega irregular no fue su responsabilidad, y en otras sí asegurando que si era compromisos de campaña de su gestión.
El día miércoles por la mañana, a escondidas del pueblo y toda su ciudadanía, con la presencia del aún gobernador provincial al mando hasta el 10 de diciembre Jorge Milton Capitanich y el intendente Javier Martínez se realizó la entrega de las unidades a los «beneficiarios» y a pesar de la desazón, angustia, frustración, indignación y hasta el sentimiento de traición se hicieron presente entre los margaritenses, quienes por años vienen esperando la posibilidad de al menos entrar en la lista para un sorteo digno y transparente, el cual fue truncado una vez más por el gobierno que pregonó por años ser de todos.
¿Será una promesa incumplida y un manoseo más que le toca vivir a la comunidad de Margarita Belén? ¿O se esclarecerá el porqué de una entrega sin sorteo y a escondidas?