Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con la Cabo de Policía Johana Cubilla de la División Caminantes, y juntos procedieron a trasladar a la menor en la unidad móvil N-92, a cargo del Oficial Principal Abel Khalil.
Durante el viaje hacia el Hospital Pediátrico, se realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Afortunadamente, mientras se acercaban al hospital, la menor rompió en llanto, indicando una recuperación de signos vitales.
La niña, de tan solo un año, fue ingresada al Hospital Pediátrico, donde fue atendida por la doctora Ángela Giménez. La médica comenzó a realizar los exámenes pertinentes para evaluar la salud de la pequeña.
La madre de la menor, Daiana Ramírez, de 15 años, y el padre, Marcelino Gómez, de 19 años, ambos domiciliados del Barrio Primavera, estaban visiblemente angustiados durante este dramático episodio.
Después de los exámenes, la doctora Giménez diagnosticó «convulsión febril» en la niña. Afortunadamente, la menor fue estabilizada y se encuentra en observación en el hospital.
Esta impactante historia destaca la importancia de la respuesta rápida de los servicios de emergencia y el esfuerzo incansable de los agentes y profesionales de la salud que trabajaron incansablemente para salvar la vida de la pequeña .